Los responsables de ambas compañías se han comprometido a centrarse en hacer la empresa competitiva después de que la posición europea en el mercado de lanzamientos comerciales se haya visto amenazada por la empresa de Elon Musk, SpaceX , que tiene la intención de ofrecer servicios de lanzamiento mediante la reutilización de sus cohetes . Airbus y Safran decidieron unir sus fuerzas en 2014 y formalmente establecer una empresa conjunta en enero de 2015 para ganar eficiencia en el diseño y la construcción del próximo cohete importante de Europa, el Ariane 6.
La negociación del acuerdo final entre los dos gigantes del sector aeroespacial, se empantanó en las conversaciones sobre cómo llegar a la paridad entre las empresas, según recuerda The Wall Street Journal. Safran hará un pago 750 millones de euros a Airbus para ganar una participación igual al 50%, según un comunicado conjunto. "Con el cierre de este acuerdo, Airbus Safran Lanzadores esté en pleno funcionamiento y se centrará todos sus esfuerzos en ofrecer soluciones más competitivas a sus clientes", dijo el presidente ejecutivo de Airbus, Tom Enders.
Los diseñadores del cohete Ariane 6 están centrados en reducir los costes del Ariane 5 para hacer frente a Space Exploration Technologies Corp. de Elon Musk, que ha estado ganando cuota de mercado en el negocio.
El cohete Ariane 6 está previsto para su primer vuelo en 2020. Airbus Safran Lanzadores todavía está en conversaciones para expandir sus operaciones tomando el control completo de la primera compañía de cohetes de lanzamiento en Europa, Arianespace.
De momento, ya posee el 39% de Arianespace y está tratando de adquirir el 35% en manos de la agencia espacial francesa CNES para obtener el control de la empresa. La participación restante está en manos de los socios que participan en el programa de cohetes Ariane. La Comisión Europea reconoce que le preocupa que este acuerdo discrimine a los fabricantes de satélites rivales en la fijación de precios y el acceso a servicios de lanzamiento.
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