Tras varias semanas de ‘tiras y aflojas’, Grecia ha logrado llegar a un acuerdo con sus acreedores. Detrás de las muchas horas de negociaciones que se han llevado a cabo estos días, la Zona Euro ha mostrado que hay dos ‘bandos’ entre los miembros del Eurogrupo ya que Francia e Italia se han mostrado más afines a Grecia, mientras que Alemania, Finlandia y Eslovaquia han sido el núcleo ‘duro’.
Esto se reflejó cuando Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán, apostaba porque Grecia saliera del euro temporalmente. A cambio, los socios de la Zona Euro crearían un programa de ayuda humanitaria y supervisarían la aplicación de las medidas.
Pero aunque el presidente francés, François Hollande, ha asegurado que "la soberanía griega se ha preservado" y ha calificado al primer ministro griego, Alexis Tsipras, de "valiente" por alcanzar el entendimiento con sus acreedores; los griegos se sienten decepcionados.
Consciente de este sentimiento, Tsipras aseguraba este fin de semana que "el acuerdo que se debatirá en el Eurogrupo está lejos de nuestro programa", pero asegurando que "no estoy dejando vendidos a los griegos. Nunca pedí el ‘no’ para salir de Europa, sino para fortalecer nuestra capacidad negociadora". Y es que Tsipras tendrá que implantar nuevas reformas para modificar el IVA, las pensiones y acelerar el programa de privatizaciones.
Oleada ‘antialemana’
Por su parte, Merkel ha dejado claro que no se ha llegado al acuerdo a cualquier precio. Aunque según sus palabras ya "no será necesario un plan B", la canciller tendrá que explicar al Bundestag y a los alemanes que se le dará más dinero a Grecia.
Eso sí, Merkel ha dejado claro que no está dispuesta a permitir que se realice una quita nominal a la deuda griega aunque sí se podría compensar ampliando los plazos y extendiendo los vencimientos.
Lo que sí es cierto es que Alemania está siendo el foco de críticas por los nuevos ajustes que tendrá que llevar a cabo Grecia. Bajo el hastag #ThisIsACoup (Esto es un golpe de Estado), las redes sociales se han llenado con decenas de miles de comentarios contra el Gobierno germano.
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