En 2014 (último ejercicio cerrado) la facturación de la industria alimentaria alcanzó los 93.000 millones de euros, casi el 3% del PIB y las exportaciones superaron los 24.000 millones.
Una de las principales variables que permiten corroborar la solvencia de la industria alimentaria en España es el empleo, ya que da trabajo a casi 500.000 personas de manera directa en el país, 2,5 millones de forma indirecta y 5 millones en toda la cadena, según los datos de 2014 de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
El sector ha conseguido mantener el empleo durante los años de la crisis. Ejemplo de ello es que, según las últimas cifras, en noviembre de 2015 se registraron más de 12.000 altas en la Seguridad Social respecto a noviembre de 2014. Así, el crecimiento promedio interanual sería del 2,2%. Además, en términos de ocupados según la Encuesta de Población Activa (EPA), el crecimiento ha sido del 1,5%. De este modo, la industria de alimentación y bebidas se consolida como un claro creador de empleo y captador del mejor talento. En el conjunto de la UE, el empleo en la industria alimentaria creció un 0,2% y destaca respecto al resto de la industria manufacturera: entre 2010 y 2015 creció un 2,2% frente al 0,8% de media del sector.
Desde el punto de vista de la distribución, en España cadenas de supermercados como Mercadona se consolidan como referentes del sector. En 2015 batió su récord de beneficios con un aumento del 12% respecto al año anterior mientras otras como DIA han tenido peor comportamiento.
A la conquista del mercado internacional
La internacionalización ha sido clave en los últimos años. La industria alimentaria ha ganado cuota de mercado en varios países. Según la FIAB, desde 2010, el número de empresas exportadoras ha crecido a un tasa media anual del 5,3%, acumulando así un incremento del 23,1% hasta el año pasado, momento en el que el sector contó con 12.401 empresas exportadoras, un 2,6% más que en el ejercicio anterior. En 2015, el crecimiento de las exportaciones ha alcanzado cifras récord (más de 16.000, el 55% de ellas de forma regular), colocando a la industria española como el séptimo exportador mundial de productos agroalimentarios: el primero en aceituna de mesa y el segundo en productos frescos como la fruta y la verdura. Además, España es el primer productor mundial de vino y el tercer país máximo exportador de este producto.
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