Tras casi nueve años al frente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete ha presentado este sábado su dimisión como consejero, a petición del consejo de administración extraordinario, y deja su cargo como presidente de la multinacional.
Era mayo de 2016 cuando Álvarez- Pallete asumía el cargo de máximo dirigente de Telefónica tras la renuncia un par de meses antes del César Alierta, convirtiéndose en el primer presidente en ascender desde dentro de la compañía.
Precisamente, hace menos de un año y con motivo de uno de uno de los actos conmemorativos con motivo del centenario del nacimiento de Telefónica, Álvarez-Pallete alababa a los accionistas que este sábado han pedido su renuncia. «Los accionistas han hecho posible que Telefónica creciera», aseguraba el dirigente.
Su mandato debía ser renovado este año por una Junta General de Accionistas a la que no ha podido llegar, sin que hayan trascendido los motivos detrás de esta salida adelantada.
En sus nueve años al frente de la compañía, Álvarez-Pallete ha tenido dos retos principales: la deuda financiera neta que ha logrado reducir casi a la mitad y la cotización en bolsa, cuyas acciones siguen en caída libre y han visto disminuir su valor en más de la mitad en estos años.
La transformación digital del operador ha sido uno de los principales logros del ya exmandatario en una década en la que ha visto como la competencia se multiplicaba con la llegada de nuevos actores al sector y una regulación compleja ponía en jaque a la industria.
La llegada del Covid supuso un desafío para el presidente que, según fuentes del entorno, trabajó de forma incansable para asegurar las comunicaciones interpersonales en un momento en el que eran más necesarias que nunca.
Con la vista puesta en la sostenibilidad, bajo el mandato de Álvarez-Pallete la compañía fue la primera en emitir un bono verde del sector, al que siguieron el bono verde híbrido y el bono verde híbrido sostenible.
Entre las sombras de su gestión, además de la mencionada reducción del valor de las acciones, ha sido la supresión de cerca de la mitad de la plantilla de la empresa, salidas pactadas e incentivadas, en un intento de reducir los costes operativos.
Ha sido un privilegio ser parte de la gran familia @Telefonica. Ha sido mi casa y mi escuela. Juntos hemos convertido lo imposible en posible. Gracias por cada paso que hemos avanzado juntos y gracias por haber creído en mí.
— JM Alvarez-Pallete (@jmalvpal) January 18, 2025
Una vez telefónico, siempre telefónico.