Los inversores siguen apostando por el riesgo y por la renta variable como activo predilecto en sus carteras. Sin embargo, las recientes subidas en los mercados empiezan a dejar en el camino ciertas dudas que han provocado que el número de gestores que consideran este activo como sobrevalorado se dispare a niveles nunca vistos en los últimos 14 años.
Según la encuesta de mayo de Bank of America Merrill Lynch, un 66% de los encuestados espera que la economía global siga fortaleciéndose el próximo año, una cifra similar a la registrada en la encuesta de abril. Sin embargo, las dudas sobre el ritmo de expansión previsto son mayores: el 78% considera que el crecimiento estará por debajo de las previsiones. Ante este escenario, el 63% de los gestores reclama a las empresas aumentar su gasto en capital, la cifra más elevada en la historia de la encuesta.
Las acciones siguen siendo el activo favorito de los gestores. Un 48% de los encuestados afirmas estar sobreponderado a renta variable, la cifra más elevada del año. Sin embargo, un 15% considera que esta categoría está sobrevalorada, el dato más alto desde el pasado año 2000.
El apetito por el sector inmobiliario también ha subido. En concreto, un 6% está sobreponderado a este tipo de activo, una cifra que no se veía desde hacía ocho años. Por el contrario, los inversores que infraponderan los bonos en sus inversiones ha alcanzado el nivel más alto desde finales de 2013 y un 75% piensa que están sobrevalorados.
El riesgo más significativo que observan los inversores para sus carteras es la perspectiva de un default en la deuda China, un peligro citado por el 36% de los gestores. Un 20% se muestra más preocupado por una potencial "fiebre por los activos", una nueva categoría que la firma ha introducido en la encuesta de mayo.
Uno de los datos más reveladores de la encuesta es el aire de precaución sobre la renta variable europea. Y es que a pesar de que por segundo mes consecutivo se ha incrementado la sobreponderación a títulos europeos, solo el 21% de los encuestados les dará preferencia por encima del resto de activos en los próximos 12 meses, siete puntos porcentuales menos que los que pensaban hacerlo en el mes de abril.
De hecho, un 6% de los gestores consideran ya que los títulos del Viejo Continente están sobrevalorados, el dato más elevado desde el pasado año 2000. Y muy lejos del 16% que pensaba que estaban infravalorados durante el mes de abril.
"Europa ha sido una manera barata de exponerse al mercado, pero los inversores ya no consideran que siga siendo así. Estos, junto con alguna incertidumbre en torno al nivel de crecimiento, pueden ser el motivo por el que el optimismo está comenzando a disminuir", explica el estratega para Europa de la firma, Obe Ejikeme.
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