En concreto, la firma llama la atención sobre el aumento del volumen de transacciones en ETFs de high yield con relación a la negociación de los títulos concretos de estos bonos durante el año pasado, ante "las preocupaciones por la desaceleración de China y las continuas presiones sobre las materias primas".
El ratio de trading de los primeros frente a los segundos alcanzó un máximo histórico en el 42% el 11 de diciembre de 2015, y se mantuvo por encima del 20% durante varios días en febrero de este ejercicio.
"Nos encontramos ante un cambio notable en el mercado, teniendo en cuenta que los ETFs de high yield ascendían a 34.000 millones a finales de dicho mes, frente a los 1,2 billones de bonos high yield", señala Robert Grossman, director general de Macro Credit Research de la agencia.
Una ‘variación’ que se ha producido durante un periodo en el que los inventarios de bonos de los distribuidores se han reducido de forma constante, pues, los bancos, en respuesta a la regulación, han reducido sus tenencias y, por tanto, su papel como creadores de mercado. Como resultado de esto, muchos inversores han utilizado los ETFs para acceder al universo más amplio del high yield.
Al mismo tiempo, el uso de ETFs de bonos con ‘grado de inversión’ ha sido mucho menos extenso, tanto en el caso de la deuda corporativa como de la soberana.
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