Las mujeres hemos avanzado en el último siglo a pasos agigantados para hacernos un lugar propio en el ámbito laboral, dejando atrás estereotipos y contribuyendo desde una perspectiva diferente a generar riqueza económica y desarrollo intelectual.

Sin embargo, hay espacios de conocimiento donde todavía es inusual encontrar mujeres. Quizá uno de los más significativos es el entorno de la ciencia y la tecnología. La diversidad de la oferta educativa actual hace pensar que las jóvenes tienen más oportunidades para elegir su futuro. A pesar de esto, aparentemente se siguen manteniendo tendencias relacionadas con el género en la elección del campo de estudio. Las mujeres continuamos volcándonos mayoritariamente en el campo de las humanidades y tendemos a ser minoría en las carreras orientadas al área STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas), donde la brecha digital de género resulta evidente.

Un informe de la Comisión Europea de 2011 aseguraba que en las carreras de matemáticas e informática las mujeres representaban solo un 25% de los estudiantes. En el caso de las ingenierías, ese porcentaje descendía hasta el 15%.

Y en España la tendencia es similar. También con datos de 2011, el INE demostró que las mujeres ?que suponen el 54% de las matriculaciones de todas las universidades españolas? en las carreras más técnicas sólo alcanzaban el 28,4%.

¿Por qué las niñas huyen de la tecnología?

Según un estudio realizado por Google recientemente, las mujeres tenemos la mitad de posibilidades que los hombres de ser animadas a ingresar al área de ciencias de la computación. Las niñas y jóvenes tienden a no confiar en sus habilidades para lograr un título en ciencias o en matemáticas.

En la investigación, se encontró que menos del 1% de las niñas muestran interés en una carrera relacionada con la computación. La mayoría decide si quiere dedicarse a la tecnología mucho antes de ingresar a la universidad, por lo que es necesario estimular ese interés durante la etapa escolar. Resulta esencial también mostrarles la conexión entre las aplicaciones de la tecnología y los distintos ámbitos sociales. El entender que su conocimiento puede tener impacto en la vida de las personas puede convertirse en una fuerte motivación a la hora de elegir carrera.

La motivación familiar y social es una pieza fundamental para incentivarlas, así como la auto-percepción de sus capacidades y la exposición a información académica, para conocer las opciones y evaluar su futuro. Los padres somos ahora conscientes de que nuestras hijas podrán perder oportunidades de desarrollo personal y laboral si no las acompañamos en este camino desde pequeñas.

Trabajar para el cambio

En varios países, incluido el nuestro, se está trabajando para revertir esta situación y fomentar el interés por la tecnología entre las niñas. El enfoque es promover su participación en actividades como el aprendizaje de código de programación, robótica o la aplicación de tecnologías para diseñar o controlar objetos de la vida diaria. Al permitirles acercarse a otras niñas que tienen sus mismas inquietudes, su interés se ve reforzado. Se busca que vean la tecnología en su vida diaria y que comprendan la oportunidad que puede abrirles en su vida futura: el mercado laboral del área tecnológica tendrá más demanda que oferta disponible en los próximos años.

Dada la escasa presencia de las jóvenes en el sector TIC, la Comisión Europea ha lanzado iniciativas para animarlas a estudiar y orientarse hacia las TIC. Se dará más visibilidad a mujeres que trabajan en el sector y que pueden ser ejemplos para las más jóvenes. También se identificarán trayectorias profesionales, para quienes ya trabajan en el sector puedan promocionarse durante su vida profesional.

Según dicha investigación de la Comisión Europea, si las mujeres ocuparan puestos de trabajo del área digital a la par que los hombres, el PIB europeo podría aumentar en 9 mil millones de euros anuales. Con estos datos resulta imperioso apoyar los esfuerzos para integrar las ciencias y la tecnología a las opciones que las niñas tienen a la hora de elegir su carrera profesional.

Es responsabilidad de toda la sociedad estamentos, empresas y familia; trabajemos para que la brecha entre tecnólogos y tecnólogas no exista.

Raquel Figueruelo, Marketing Manager de Interxion Data Centers.