El mercado de bonos verdes necesita, según AXA IM, un nuevo bono de «transición» para permitir que las compañías con uso intensivo de carbono financien su alejamiento gradual de los combustibles fósiles.
Si bien los bonos verdes se han convertido en opciones establecidas para los inversores de renta fija, desde la gestora creen que esta clase de activos se encuentra en una encrucijada, con la posibilidad de que los bonos se vean menoscabados por el deseo de una mayor emisión que el sector no puede ofrecer en la actualidad.
Ante esta coyuntura, el equipo de investigación y compromiso ESG de AXA IM solicita un nuevo tipo de bono que se requiera para ayudar a las empresas que aún no son verdes. Es decir, se trataría de deuda emitida que está ligada a que se conviertan en negocios más verdes.
Pautas a seguir
La gestora ha desarrollado pautas para respaldar a los posibles emisores de bonos de transición, que abarcan consideraciones como la presentación de informes, la gestión de los ingresos y las estrategias de sostenibilidad de los emisores, con la intención de crear un mercado riguroso para ellos.
Los bonos podrían usarse para financiar proyectos como el almacenamiento de captura de carbono, plantas de cogeneración e infraestructura de transporte de gas, entre otras áreas. Estos bonos de transición ayudarían a los inversores a superar el gran desafío de proporcionar capital no solo a las empresas que ya son ecológicas, sino a aquellas que tienen ambiciones de serlo.
Para Yo Takatsuki, jefe de AXA IM de ESG Research and Engagement, «el establecimiento de una nueva clase de activos llamada Transition Bonds es vital para aquellos emisores que no tienen la capacidad o las capacidades para lanzar bonos verdes». Defiende que «lo bonos de transición permitirían que la calidad del mercado de bonos verdes evite que se diluyan por emisiones donde el beneficio ambiental de los proyectos que se financian es menos claro»
2019-06-18 08:20:25