Miles de concejales están convocados hoy para formar gobiernos municipales con sus votos. El resultado electoral del pasado 24 de mayo ha dejado en la mayoría de localidades plenos fragmentados con la aparición de nuevas fuerzas políticas como Ciudadanos y formaciones ciudadanas auspiciadas por Podemos. Sin mayorías absolutas de las candidaturas ha provocado que las últimas semanas se hayan producido duras negociaciones para perfilar alcaldes. Pero la forma de elección añade un gran factor de incertidumbre en las investiduras. Los futuros alcaldes tienen que ser elegidos por mayoría absoluta, si su grupo no la tiene está obligado a buscar apoyo en otras formaciones. Si en los parlamentos autonómicos hay un plazo de dos meses para formar gobierno, en los ayuntamientos solo se realiza una única votación. En caso de no obtener la aprobación del pleno, será el candidato de la lista más votada quien se convierta en alcalde.
Este panorama deja que por ejemplo en el Ayuntamiento de Madrid si falta un voto favorable a Manuela Carmena de Ahora Madrid, la popular Esperanza Aguirre sería la elegida como alcaldesa. Es una situación hipotética pero por aritmética puede suceder en más de una localidad si hay transfuguismo a última hora, como es el caso de Cádiz, Zaragoza, Oviedo o Gijón.
Los ciudadanos han decido no otorgar la confianza absoluta a casi ningún partido. De las 52 ciudades de provincia solo en tres ha habido mayorías absolutas: Soria, Ceuta y Melilla. En el resto, ha tocado pactar. Pactar para dejar gobernar como en el caso de Madrid y Barcelona con las candidaturas Ahora Madrid y Barcelona en Comú o pactar en tripartito como en Valencia.
Los ayuntamientos han descifrado el juego de los pactos y alianzas entre los dos partidos mayoritarios con los dos emergentes. Con las elecciones generales en el horizonte, todas las formaciones marcaban distancias entre ellas. El ejemplo más claro fue tras las elecciones de Andalucía, con un bloqueo al PSOE para acceder al poder que ha durado más de dos meses y medio. Las negociaciones han juntado cada uno con su pareja con una confluencia ideológica en la izquierda y en la derecha. PSOE y las formaciones vinculadas con Podemos se están facilitando la gobernabilidad, aunque sin llegar a acuerdos para entrar en los equipos de Gobierno. En las mismas condiciones se han producido los acuerdos entre PP y Ciudadanos.
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