Los grandes patrimonios como alternativa al puro crédito bancario. Es una tendencia que en los últimos años se está consolidando, especialmente entre el sector de empresa familiar. Según el estudio Financing Family Business Growth through individual investors, elaborado por KPMG, el 80% de las empresas familiares encuestadas afirma haber recibido inversiones de grandes patrimonios, valorando positivamente este canal de inversión.
El estudio se ha elaborado con la opinión de inversores con grandes patrimonios y directivos de empresas familiares de 29 países.
De hecho, es una relación recíproca. Y muy probablemente casi obligatoria para ambas partes. Según un informe elaborado este año por Banca March y el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), las empresas familiares poseen un menor riesgo de insolvencia (menor probabilidad de quiebra), económico (menor volatilidad de sus resultados) y de mercado (menor Beta y volatilidad de la cotización) que la empresa no familiar. Y eso conviene, y mucho, a los inversores de banca privada cuya máxima aspiración es mantener su patrimonio a raya.
El informe analiza a 832 empresas presentes en bolsa ? 31% (255) familiares y 69% (577) no familiares- de distintos países durante un periodo de 10 años (2001-2010). Y una de sus principales conclusiones es que la rentabilidad media anual de las empresas familiares había sido del 11,61% en ese tiempo, mientras que la de las empresas no familiares se había limitado al 8,7%.
Desde KPMG explican que "los inversores particulares con grandes patrimonios muestran interés por convertirse en una fuente de financiación de negocios familiares, mediante capital o mediante financiación subordinada, ya que valoran la tradición y la confianza que inspira la empresa familiar".
De forma inversa, estos patrimonios constituyen un recurso excelente para este tipo de compañías que, no hay que olvidarlo, representan el 70% del PIB global. "No sólo respetan la privacidad de la familia, sino que al proporcionar financiación, permiten que estas compañías consoliden prácticas de buen gobierno e introduzcan nueva experiencia y conocimientos para el desarrollo del negocio", señala Juan José Cano, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España.
El estudio refleja que, a escala global, el 58% de las empresas familiares están buscando actualmente opciones para financiar sus planes de inversión, pero manifiesta que encontrar al socio estratégico adecuado puede resultar complicado. Sin embargo, con los grandes patrimonios tienen un punto en común: el interés por la revalorización del capital a largo plazo.
hemeroteca