Barclays registró unas pérdidas netas de 174 millones de libras (240 millones de euros) frente a las ganancias de 2013 de 540 millones de libras. Los números rojos vienen provocado por las millonarias provisiones extraordinarias que ha realizado la entidad y las minusvalías del negocio bancario en España. Sin estas partidas el beneficio hubiera crecido un 27% hasta los 2.779 millones de libras, unos 3.833 millones de euros.
Barclays se dotó de 2.350 millones de libras ante las posibles sanciones judiciales por las denuncias sobre la manipulación del mercado de divisas y de los tipos de intereses. La mitad del monto se corresponde ante las posibles reclamaciones de clientes británicos en la venta de productos financieros.
Además, el ejercicio estuvo marcado por la salida de Barclays en España con la venta del negocio a CaixaBank por 820 millones de euros. A pesar de la cuantía de la operación, el banco británico ha tenido que reconocer pérdidas por 887 millones de euros.
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