No hay comparecencia de banqueros en España en la que no se les inquiera por los casos de corrupción, y en concreto por el caso de las tarjetas de créditos opacas de Caja Madrid. El número dos del BBVA ha realizado un llamamiento a la sociedad para "desterrar de una vez por todas los casos de corrupción de este país". El dirigente ha sido muy duro cuando se le ha preguntado y ha sido taxativo. "Hay que ser muy radical en este punto. Queremos una cultura corporativa basada en principios y por eso somos muy exigentes".
Cuando se le ha preguntado si la entidad mantendría en el consejo de administración a un miembro imputado por caso de corrupción, como sucede en Santander con Rodrigo Rato, el consejero ha dicho que "si somos rigurosos dentro del banco, también lo esperamos fuera". El dirigente ha admitido que en el grupo ha podido haber casos puntuales de mal uso de tarjetas destinadas a gastos personales, "ha habido despidos por 100 euros" sin justificar.
Sobre la reactivación del crédito a familias, ha dicho que hay un interés en los bancos por conceder préstamos porque es nuestro negocio principal. En este sentido ha afirmado que observan un repunte en distintos segmentos. "La inversión está condicionada por la demanda interna. Si se mantiene la confianza y las expectativas de crecimiento crecerá el crédito". Ha remarcado que el banco puso en disposición a principio de año 100.000 millones en crédito para empresas, "con el objetivo de captar 45.000 nuevas empresas, en lo que va de año se han concedido 60.000 millones para 37.000 nuevos clientes".
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