El peligro de la guerra comercial abierta por Estados Unidos no solo radica en la imposición de aranceles para productos de fuera de sus fronteras. El temor es que se produzcan respuestas que “podrían llegar a ser muy severas” si se desencadenan “medidas de represalia” entre los países afectados que minen el comercio y la actividad económica mundial.
Ese es el punto de vista del Banco de España (BdE) que analiza las medidas proteccionistas y, en especial, las no arancelarias en un avance del “Informe trimestral de la economía española” del segundo trimestre. En ese sentido, califica el impacto directo de los aranceles al acero y al aluminio como “relativamente reducido”.
En lo que respecta a barreras no arancelarias, el BdE califica su utilización como “menos transparente” y, además, considera que ha habido menos análisis sobre ello. El resultado es que hay una literatura económica menos extensa pero su influencia es tan reseñable como las de las medidas arancelarias, ya que pueden tomar distintas formas como ayudas financieras a empresas locales o condiciones que dificulten la entrada de empresas extranjeras en los concursos públicos.
Así, Estados Unidos ha impuesto 1.400 barreras no arancelarias desde 2009 hasta 2017, a pesar de que el proteccionismo ha tomado relieve en los últimos meses por los aranceles estadounidenses a distintos productos extranjeros. En comparación, España o China introdujeron 300 medidas de ese tipo en el mismo periodo.
Estos datos constatan que las exportaciones españolas han tenido que enfrentar más trabas en Estados Unidos que en cualquier otro lugar. 546 medidas restrictivas en el país norteamericano, mientras que, por ejemplo en China, ese tipo de medidas alcanzaron las 131. Sin embargo, España apenas ha impuesto 100 barreras no arancelarias a los productos de esos dos países.
Oportunidades en América Latina
Como cabe esperar, las exportaciones sufren este tipo de obstáculos. El BdE calcula que las exportaciones hacia un país con barreras no arancelarias son un 3,1% inferiores que si se dirigen al resto de países. Es por ello que la Unión Europea se encuentra en proceso de diálogo para establecer nuevos acuerdos con América Latina, Mercosur o México.
Esos destinos “podrían beneficiar especialmente a las empresas españolas”, afirma el BdE, teniendo en cuenta su experiencia en sectores con elevado potencial de crecimiento o su mayor cercanía cultural. El Banco de España pone el ejemplo el caso de Ecuador en su primer año de adhesión al acuerdo de libre comercio de la UE con Colombia y Perú. Las empresas españolas exportaron un 47% más a Ecuador, mientras que el aumento de Alemania, Francia e Italia fue del 4,8%.
Economía>Internacional