Beta estratégico, ¿riesgo para los fondos activos?

El db x-trackers iBoxx USD Emerging Sovereigns Quality Weighted UCITS ETF,se ha registrado en la Bolsa de Londres y en la Deutsche Börse y sigue el lanzamiento en diciembre de 2015 del primer ETF de beta estratégica de la gestora, que replica un índice de bonos soberanos de la Zona Euro.

Este ETF replica a un índice recientemente desarrollado, el Markit iBoxx USD Emerging Markets Sovereigns Quality Weighted Index, que reajusta la ponderación de los países de mercados emergentes dentro de su índice de referencia usando una metodología única de ponderación por calidad y, basada en factores fundamentales. "Por el contrario, los índices de referencia tradicionales de renta fija soberana típicamente ponderan los componentes por el valor de mercado de la deuda pendiente. Esto puede provocar que los países más endeudados tengan mayor peso en el índice", indican desde la entidad.

Martin Weithofer, Head of Strategic Beta en la gestora, explica que "la beta estratégica tienen mucho sentido en el espacio de la renta fija, y pretendemos estar a la cabeza en desarrollo de producto". El experto asegura que, para los mercados emergentes en particular, "hemos descubierto que la metodología fundamental de ponderación por calidad puede ser útil para infraponderar países antes de ser degradados, que a menudo siguen los cambios que subyacen en los fundamentales".

El crecimiento de este tipo de vehículos en los últimos años parece imparable. Y no son pocas las voces críticas que señalan la complejidad de estas estrategias para defender una gestión activa del patrimonio. "Desconfío de todo lo que lleve una palabra griega en su denominación", indican con ironía desde una gestora value nacional.

Y es que las estrategias de beta estratégica también han hecho mucho daño a los fondos de gestión activa en los últimos años. En un reciente análisis del segmento, los expertos de Morningstar explican cómo tradicionalmente, las rentabilidades de las carteras o se pueden descomponer en la beta y en el alfa, siendo la beta la rentabilidad del mercado y el alfa el rendimiento aportado por el gestor. "Ahora bien varios estudios académicos han demostrado que el alfa puede explicarse por una serie de factores como el estilo de las compañías, el tamaño de los valores o el momentum, por citar unos cuantos".

La pregunta que se hacen los expertos es que si somos capaces de identificar y aislar estos factores, ¿por qué no invertir directamente en ellos? "Cada vez más inversores institucionales ya han adoptado este enfoque". Un enfoque que ahora se abre también al pequeño inversor con este tipo de ETFs.

En el caso de la gestora de Deutsche Bank, la entidad explica que "al ponderar en base a factores fundamentales, un índice que pondera por calidad ayuda a contrarrestar la tendencia de los índices de referencia de renta fija de favorecer la ponderación de los emisores más endeudados". Según indican, los bonos elegibles en el índice ponderado por calidad de mercados emergentes son seleccionados de acuerdo a una metodología de ajuste que califica a los emisores soberanos utilizando una serie de medidas fundamentales, como competitividad global y tasa de inflación, impago a lo largo de la historia, nivel de deuda soberana con respecto al PIB y la tasa de crecimiento del PIB.

Los países que actualmente están sobreponderados en el índice de mercados emergentes ponderado por calidad, con respecto a un índice tradicional no ponderado, incluyen Filipinas y Turquía. Los infraponderados incluyen a Brasil y Venezuela.

El rendimiento anual de este índice es del 4,56%, con una duración de 6,95 años. El ETF que ahora presenta la gestora es de replica física y tiene unos gastos totales anuales de 0,50% para la clase de acción en dólares.

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