Entre estos "indicios negativos", la firma llama la atención sobre el "descenso de la productividad, que afecta a las tasas de crecimiento, a las políticas monetarias y, en última instancia, a los
márgenes empresariales". Así, Ewen Cameron Watt, director global de estrategias de inversión de BlackRock, advierte que "las elevadas valoraciones en algunos mercados y la incertidumbre sobre el ritmo al que normalizará su política la Fed requieren prudencia y una cuidadosa selección por países, sectores y activos".
Cautela, indica, que se compensa con la convicción de que "los mercados alcistas suelen durar mucho más de lo esperado y, con ello, el correspondiente riesgo de perderse oportunidades".
En concreto, señala que las valoraciones más elevadas se encuentran en el ámbito de la deuda pública, mientras la renta variable se mantiene "en la media", con Wall Street a la cabeza. "La volatilidad de los bonos y las divisas ya ha aumentado, y esperamos presenciar esta tendencia también en las acciones. Esto podría suponer un desafío para las estrategias tradicionales de diversificación a través de deuda y Bolsa", afirma.
El BII espera que la Fed subas los tipos en otoño (y que el Banco de Inglaterra siga sus pasos entre noviembre de este año y febrero del próximo), mientras que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ) mantendrán sus políticas monetarias acomodaticias, con la autoridad monetaria China implementando nuevos estímulos.
El despertar de los mercados globales de renta fija
Para esto expertos, la inquietud de los mercados en torno al primer incremento del precio del dinero en nueve años "está despertando a los mercados de renta fija, adormilados por la complacencia de casi una década de tipos cercanos a cero y dosis regulares de relajación cuantitativa".
Por ello, Russ Koesterich, director global de estrategias de inversión de BlackRock, afirma que "probablemente una subida de tipos en septiembre afectará a los bonos con vencimientos cortos. No obstante, cualquier repunte debería verse atenuada por la avidez de rentabilidad de los inversores".
Mientras tanto, en la Zona Euro, la "’generosidad’ del BCE ha provocado el desplome de los rendimientos de la renta fija. Aunque los países que anteriormente arrojaban rentabilidades interesantes, como España, ya no ofrecen demasiado valor absoluto, siguen existiendo oportunidades, como la deuda pública portuguesa con vencimientos largos y la deuda bancaria subordinada".
Ideas de inversión del BII para la segunda mitad de 2015
En este contexto, la firma prioriza la deuda corporativa estadounidense (alto rendimiento, hipotecas e incluso bonos con calificación Investment Grade) frente a la deuda pública. Mientras que en Europa, opta por la deuda bancaria subordinada (favorecida por el programa de relajación cuantitativa del BCE) y algunos bonos periféricos con vencimientos largos.
Dentro de la Bolsa norteamericana, el BII prefiere los sectores cíclicos, como el del consumo discrecional, el tecnológico y el financiero, frente a clases de activos similares a la renta fija (suministros públicos y consumo básico). Con todo, prioriza la renta variable europea (especialmente, los bancos) y japonesa (entidades financieras y empresas exportadoras), que se ven impulsadas por la debilidad de sus divisas y los estímulos monetarios.
En los mercados emergentes, se inclina por las acciones de aquellos países que están aplicando reformas o políticas monetarias expansivas, especialmente en Asia. Así como por los bonos denominados en divisas fuertes frente a los denominados en divisa local, y se decanta por países que estén aplicando reformas y con una inflación a la baja, como la India, China y México.
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