Son dos de los gigantes en la industria de la gestión pasiva. Y también en una guerra de comisiones que desde hace años está marcando, junto a otros factores, el impulso de los ETFs como vehículos para los ahorradores. También para los institucionales. Tanto BlackRock como Vanguard han anunciado recientemente una rebaja en los costes de algunos de sus productos indexados de renta variable.
Por ejemplo, BlackRock, que aún es el mayor gestor de ETFs a través de su unidad de negocio iShares, acaba de rebajar las comisiones en otros 7 de sus más de 700 fondos cotizados. Un ejemplo. En uno de los más populares, el iShares Core S&P Total U.S. Stock Market ETF, la comisión se ha reducido del 0,07% hasta el 0,03%. La cifra se sitúa muy por debajo de la de sus principales competidores, como el Vanguard Total Stock Market ETF, cuya comisión se sitúa en el 0,05%, o el Schwab U.S. Large-Cap ETF, en el 0,04%.
De hecho, la propia Charles Schwab Corp ya anunció que recortaría el ratio hasta el 0,03% siguiendo los pasos del gigante BlackRock. Aún así, los expertos recuerdan que, aunque las comisiones sean bajen, los ingresos para las gestoras siguen siendo muy elevados. Especialmente para los grandes del sector. Solo recordar que las firmas estadounidenses BlackRock, Vanguard y State Street copan el 88% de los activos de este segmento de mercado.
Aún así, la guerra de precios no es el único detonante del mayor interés de los inversores por este tipo de productos. De hecho, y según un reciente informe con datos recopilados por Bloomberg a partir de los más de 500 ETFs lanzados en los últimos 3 años, los fondos cotizados que más dinero han recibido han sido precisamente los que tienen las comisiones más elevadas. Incluso algunos superan la comisión media de los fondos de inversión. De hecho, el inversor debe tener claro que no por ser más baratos, estos fondos cotizados son más rentables.
hemeroteca