España, lejos de ser el alumno aventajado para la Comisión Europea, sigue manteniendo al país en el grupo de los Estados que tiene mayor desequilibrio. Para empezar advierte del riesgo de que no logre cumplir con los objetivos de déficit y pone el acento en las cuentas de las Comunidades Autónomas. El Ejecutivo comunitario recomienda mejorar la transparencia y la rendición de finanzas públicas regionales. La semana pasada la Comunidad Valenciana fue multada con 19 millones por ocultar las cifras de déficit. El problema estuvo en años posteriores en el gasto sanitario, algo que la Comisión pide mejorar los costes del sector sanitario y racionalizar el gasto farmacéutico hospitalario.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, durante la comparecencia ha incidido que falta concreción de algunas de las medidas para 2016, en particular a nivel regional, "necesitarán medidas adicionales que discutiremos con el Gobierno español".
Otro de los puntos importantes para la Comisión es la vinculación de los salarios con la productividad. El alto nivel de paro y la segmentación del mercado laboral obligan a España a recortar los salarios por debajo de la productividad para crear empleo y aumentar la competitividad, según Bruselas. Algo que preocupa todavía más tras el acuerdo entre patronal y sindicatos para elevar los sueldos un 1% en 2015 y un 1,5 en 2016. Para el alto paro juvenil recomienda tomar medidas para aumentar la calidad y la eficacia de la asistencia y el asesoramiento para la búsqueda de empleo, en particular para hacer frente al paro juvenil.
Bruselas da al Gobierno un fuerte toque de atención sobre los altos niveles de pobreza criticando que la protección social está limitada en el apoyo a la familia y de los servicios de atención. Por ello demanda mejorar los sistemas de renta mínima y apoyo familiar.
Asimismo, presiona para que la reforma del sector financiero termine cuanto antes completando la privatización de las cajas de ahorro privatizadas.
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