Desde la capital europea, se pide a España que tome medidas durante este año y el siguiente que la permitan controlar el déficit excesivo, de forma que esté en disposición de cumplir con el objetivo de déficit público que se ha establecido en el 3,1% del PIB para este año y en el 2,2% para 2018. En este sentido, exige a nuestro país que realice un control exhaustivo de los gastos para poder identificar posibles áreas en las que se pueda mejorar la eficiencia, dejando abierto el procedimiento de déficit excesivo, mientras que ha propuesto cerrar otros, como es el caso de Portugal y Croacia. Si el Consejo sigue la recomendación de la Comisión, solo quedarían cuatro Estados miembros sometidos al componente corrector del Pacto, frente a 24 en 2011. Por otro lado, en materia de empleo, la Comisión considera necesario que España refuerce la coordinación entre los servicios de empleo regionales y los servicios sociales, de forma que se responda correctamente a las exigencias de los demandantes de empleo y de forma equitativa en todas las Comunidades Autónomas. Una de las dificultades a las que se enfrenta el mercado laboral español es conseguir aumentar los contratos de duración indefinida, según el informe. Por ello, la Comisión Europea pide a España medidas en este sentido encaminadas a promover la contratación de personas con contrato indefinido. Además, reconoce a España como uno de los países con mayor proporción de empleos temporales de toda la Unión Europea, de corta duración. Una situación que los expertos de la Comisión asocian a un menor crecimiento y a mayores riesgos de pobreza, recordando que aún se espera la elaboración de un plan exhaustivo que ayude al país a luchar contra la segmentación del mercado de trabajo. Su tercera conclusión se centra en pedir mayor y mejor inversión en innovación. Para Bruselas será una de las fórmulas idóneas para reforzar la productividad y la competitividad. En este sentido, reprocha a nuestro país que no haya una planificación plurianual sistemática para financiar programas de investigación e innovación, así como la débil coordinación entre los distintos niveles gubernamentales. A nivel global, la Comisión considera que el crecimiento de la productividad sigue siendo lento y que las consecuencias de la crisis económica, en particular las disparidades entre países, siguen pesando en la economía, así como la incertidumbre derivada sobre todo de factores externos. Tras este análisis, pide reforzar las tendencias positivas y la convergencia en el interior de los países para lograr un crecimiento más integrador, fuerte y sostenible, en particular mediante la mejora de la competitividad y la innovación. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, señaló que en general las tendencias son positivas y animó a los países a aprovechar la situación para volverse aún más competitivos. Reconoció que para seguir en una senda de crecimiento deben seguir dando prioridad a las reformas, ciñéndose siempre a las políticas fiscales responsables como elemento esencial para fortalecer y sostener la recuperación económica de la Unión Europea. A este respecto, el Comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, alabó el crecimiento y la tendencia positiva que continuará en la UE el año que viene, pero destacando el carácter desigual y la vulnerabilidad que se sigue dando en el conjunto europeo. «Tenemos que utilizar todas las herramientas disponibles para apoyar el crecimiento, lo que incluye reformas económicas inteligentes, así como una aplicación inteligente de la política fiscal. Hoy en día, la Comisión Europea recomienda a los Estados Miembros un equilibrio adecuado que garantice la la sostenibilidad de las finanzas públicas y lograr una buena posición fiscal ayudará a fortalecer Eso y no minará la recuperación», añadió.
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