Cambio en las reglas de juego para las carteras de renta fija

Los analistas de JP Morgan AM han elaborado un informe en el que explican que la tradicional correlación negativa entre bonos y activos de riesgo también parece menos fiable, y ha aumentado la preocupación por la liquidez subyacente en áreas esenciales del mercado de renta fija. Así, enumeran 4 riesgos que los inversores afrontan en este segmento, y que ponen en duda la idoneidad de la renta fija core para mitigar el riesgo y lograr estabilidad en las carteras en lo que denominan una "nueva normalidad".

1. Riesgo de inflación

El escenario es de rentabilidades negativas en gran parte del universo de deuda pública de mercados desarrollados, sobre todo si la inflación regresa a los objetivos marcados por los bancos centrales. Según indican los expertos, cerca del 30% de los bonos del índice BofA Merrill Lynch Global Government Bond ofrece actualmente rentabilidades negativas, lo que garantiza pérdidas de capital para los inversores que mantienen el activo hasta el vencimiento.

2. Riesgo de duración: pérdidas si los tipos de interés suben

Los expertos explican que el grado en que los precios reaccionan a un cambio determinado en los tipos de interés se determina por la duración. "Dado que, hasta ahora, los tipos de interés no han hecho más que bajar, la duración de muchos bonos ha aumentado, lo que supone un riesgo de pérdida para los inversores en caso de que las tires suban", indican, recordando que las expectativas de tipos e inflación a largo plazo son actualmente tan bajas que cualquier mejora de las mismas podría claramente provocar pérdidas para los bonistas de cupón cero (es decir, casi todos los titulares de deuda pública).

3. Riesgo de correlación: los bonos ofrecen ahora una correlación menos fiable con la renta variable.

4. Riesgo de liquidez

Los problemas de liquidez amenazan con provocar desajustes en los mercados. Los expertos advierten que cuando una liquidez escasa interactúa con un posicionamiento excesivo de los inversores y un cambio en las expectativas futuras, el resultado puede ser explosivo. Desde la gestora indican que dado que la rentabilidad de la deuda pública se ha reducido de manera implacable en las últimas semanas y meses, los inversores parecen aceptar ahora la hipótesis de que seguirá cayendo. "Un consenso tan rotundo como este podría provocar que un cambio de tendencia fuese aún más rápido y doloroso", advierten.

Soluciones alternativas

Aunque consideran que la deuda pública sigue jugando un papel en las carteras, advierten que los inversores deben tener en cuenta todos los riesgos anteriormente mencionados. Bajo este escenario, desde JP Morgan AM aconsejan diversificar en el segmento para obtener nuevas fuentes de estabilidad.

Entre estas soluciones, aconsejan a los inversores en los países cuya deuda pública ofrece las peores tires podrían considerar primero rotar parte de esa exposición a bonos de alta rentabilidad (relativa) de otros países. "Dentro del universo de los países adelantados, en el vencimiento a 10 años, Nueva Zelanda, Australia y EEUU ofrecen las mejores tires", indican.

También apuestan por los fondos de renta fija de retorno absoluto. "Existen más de 1.100 fondos en la categoría de deuda long/short no estadounidense de Morningstar frente a los menos de 300 que había hace cinco años. En ese tiempo, el fondo medio ha ofrecido una rentabilidad positiva después de comisiones en el 62% de los trimestres", explican.

Fuera de renta fija, los expertos también recomiendan mantener más liquidez o apostar por productos de renta variable neutrales al mercado, diseñados para minimizar la relación entre sus rentabilidades y las que ofrece la Bolsa. Las inversiones alternativas líquidas, como simuladores de estrategias multigestor y hedge funds de liquidez, también se cuelan en sus recomendaciones.

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