Sobre las seis de la mañana, David Cameron, ha realizado su primera comparecencia con los resultados ya a su favor. Los ha calificado como "sólido" y espera trabajar para recuperar una responsabilidad que nunca se debería de haber perdido. "Mi objetivo se basa en gobernar para todos en Reino Unido, que la recuperación alcance a todos y que que la economía crece para beneficiar a todos", ha dicho. El actual premier ha apelado a la unión de la nación y se ha comprometido a devolver lo más rápido posible las competencia para Gales y Escocia. El primer ministro se ha referido también al futuro de Reino Unido en la Unión Europea y ha confirmado su compromiso de convocar un referéndum antes de que finalice 2017.
Los laboristas se quedan muy lejos de las previsiones que apuntaban las encuestas, realizadas durante toda la campaña, que vaticinaban casi un empate técnico. Ed Miliband ha logrado 228 escaños, hasta el momento, 26 menos que los alcanzados en 2010. El político ha presentado su carta de dimisión después de la debacle electoral.
Algunos de los históricos parlamentarios laboristas se han quedado sin escaño, según los últimos datos recogidos por la BBC, como el coordinador general electoral, Douglas Alexander. Ha perdido en su circunscripción de Paisley y Renfrewshire South, ante la candidata del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Mhairi Black, que a sus 20 años será la diputada más joven en Westminster desde 1667, con 56 escaños conseguidos.
Igualmente, se vaticina un castigo severo para los liberaldemócratas de Nick Clegg, que han estado esta legislatura gobernando con los conservadores. Solo han obtenido 12 escaños, respecto a los 56 que obtuvieron en 2010. Algunos medios británicos apuntan que a lo largo del día presentará su dimisión a lo largo del día. La formación tendría un papel irrelevante si consiguen los conservadores la mayoría. Los nacionalistas escoceses serán ahora la tercera fuerza política en Westminster al registrar 56 escaños.
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