"Carbures sale limpia, ordenada y con las cuentas claras de la catarsis en la que ha estado inmersa desde el pasado 8 de octubre", declaraba la propia compañía en nota de prensa. Aquel día dejó el parqué marcando un precio de 5,3200 euros, tras caer un 2,39%. El pasado lunes ni siquiera pudo comenzar la negociación de sus títulos de forma "normal" ante la avalancha de ventas que se produjo en la preapertura. Sin embargo, el valor rebota hoy un 12% recuperando la cota de los 2 euros por título.
Desde Bankinter señalan que la redefinición a la baja de las cuentas, "aparte de perjudicar la reputación del MAB, hará más complicada la captación de fondos de Carbures para financiar sus inversiones, que la propia compañía estimaba, antes de esta revisión de cuentas, en unos 180 millones de euros hasta 2016 y que tenía intención de financiar mediante una ampliación de capital por 60 millones de euros, más 50 millones de euros de emisión de bonos y 70 millones de euros de un préstamo sindicado". La firma sigue sin realizar cobertura de la compañía "debido a las incertidumbres existentes desde hace meses sobre sus cuentas".
En su comunicado oficial, la compañía destacaba que "tras tres meses de suspensión de la cotización por las dudas mostradas por PricewaterhouseCoopers (PwC), los resultados de la propia auditoría quedan muy lejos del peor escenario anunciado en octubre (…) Sólo una operación, la de Ansal, la comercializadora de estructuras de fibra de carbono para obra civil, una compañía satélite de Carbures, que forma parte de su clúster, es trasladada su facturación del 2013 al 2014. Pero en ningún caso se considera una operación intragrupo. Las otras dos compañías Materiable y Sinatec ha quedado claro que son vinculadas al clúster Carbures, tal como se recogía en las memorias de los años precedentes por parte de la propia Carbures, pero en ningún caso son asociadas a la compañía tractora. La facturación proveniente de estas dos compañías es absolutamente correcta".
Así las cosas, tras realizar los ajustes necesarios y trasladar a las cuentas de 20014 los 5,36 millones facturados con Ansal, Carbures ha reducido su facturación en 2013 hasta los 19,989 millones de euros (frente a los 25,353 millones previos) y su beneficio hasta los 1,969 millones de euros (frente a los 4,707 millones).
Por otra parte, el grupo, de acuerdo con las recomendaciones del auditor, ha decidido aplicar nuevos criterios contables, que tienen como resultado una revisión de las ventas y los resultados de 2014: las primeras ceden hasta los 20,227 millones (frente a los 41,907 millones reportados inicialmente, "desviación proveniente fundamentalmente del cambio de criterio en la aplicación de los ingresos de la operación Shenyan Hengrui") y los "números rojos" se sitúan en 6,067 millones de euros en el periodo.
La previsión para el cierre del año 2014 es que la compañía registre unas ventas consolidadas de 58,076 millones de euros (frente a las 19,989 del cierre de 2013) y unas pérdidas de 9,091 millones de euros (frente a los 1,698 de beneficios), provenientes fundamentalmente de los deterioros de los fondos de comercio y de los gastos incurridos con motivo de la salida a Bolsa, y que no son recurrentes.
2015: ventas superiores a 110 millones
En 2015, Carbures espera registrar unas ventas superiores a los 110 millones de euros, con un EBITDA superior a los 12 millones de euros, por encima de un 10% sobre ventas.
Hablan los ejecutivos
José María Tarragó, consejero delegado en sustitución de Rafael Contreras, considera que las previsiones para este año "incluso en una compañía de crecimientos acelerados como es Carbures, está francamente bien. Los inversores pueden estar tranquilos, la compañía tiene un futuro despejado: estamos profesionalizando la gestión: ya ha llegado un nuevo director Financiero, Ignacio Barón; los clientes confían en nosotros de manera creciente, hemos sido capaces casi de triplicar el tamaño de la compañía en este año, y somos capaces de aplicar nuestra tecnología a los sectores de interés".
Para Rafael Contreras, presidente de Carbures, "todos los procesos de revisión han concluido y concluido de manera satisfactoria para la compañía. Estoy muy satisfecho del trabajo que hemos sido capaces de realizar para todos los accionistas. El auditor ha hecho un trabajo profundo, nos ha recomendado cambiar criterios en la aplicación de los ingresos pese a reconocer la validez de los mismos y nosotros así lo hemos decidido aplicar con el objetivo de dejar una compañía absolutamente preparada para los retos venideros, que no son pocos. Carbures sale muy fortalecida de este proceso para esta nueva etapa de consolidación, como lo demuestra el hecho de que hemos sido capaces de captar más dinero durante la suspensión que en el proceso de salida a Bolsa al MAB".
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