La tensión salta entre Ciudadanos y PSOE cuando está sobre la mesa el futuro de Cataluña, pese a que el pacto entre ambos, antes de la investidura fallida de Pedro Sánchez, defiende la unidad de España y rechazan cualquier camino a la autodeterminación. La reunión del líder socialista con Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, para analizar la situación política del país y Cataluña ha puesto en guardia a Ciudadanos.
El secretario de comunicación del partido, Fernando de Páramo, ha asegurado que el partido "se levantará de la mesa" si el PSOE, se aparta del acuerdo "de respetar la unión e igualdad de todos los españoles y a no celebrar referendos".
Desde el PSOE afirman que el encuentro se organizó a raíz de la llamada de Sánchez a Puigdemont, cuando fue nombrado president. Los socialistas insisten que no se abordará el derecho a la consulta y que Sánchez intentará convencer al presidente de la Generalitat de que abandone la hoja de ruta de desconexión, que ha emprendido el Govern.
Pedro Sánchez ha repetido en varias ocasiones que no quiere que su posible Gobierno esté apoyado directamente o indirectamente por los partidos nacionalistas catalanes que apoyan la declaración de independencia. Incluso durante su investidura lo repitió en varias ocasiones en el cruce de réplicas con los portavoces nacionalistas, aunque aprovechó para ofrecerles una solución federal dialogada y más autogobierno. La polémica se avivó cuando el diputado por ERC Gabriel Rufián afirmó que en los contactos previos a la sesión de investidura, Sánchez ofreció un nuevo Estatut para Cataluña.
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