Para este 2016, el Fondo Monetario Internacional prevé que América Central crezca en torno al 4,2%, muy lejos de la contracción del 0,3% que el organismo prevé para la región latinoamericana, lastada por la caída del 3,5% que se espera para Brasil. De entre estos países destaca Panamá, cuyo PIB crecerá en torno al 6,3% este año según las previsiones del FMI.
Y estas positivas cifras de crecimiento se ven favorecidas por el actual panorama de precios de las materias primas. América Central es, esencialmente, importadora de materias primas, por lo que la caída de los precios no hace sino beneficiarla mientras lastra a otros de sus socios regionales. Los países centroamericanos importan combustible más barato, y su escasa dependencia de China les aleja del "efecto arrastre" de su desaceleración económica.
Los siete países que conforman América Central tienen a Estados Unidos como su principal socio comercial, al contrario que otros países latinoamericanos, como Brasil, Perú y Chile, que dependen más de China, con lo que la caída de la demanda asiática no les afecta especialmente.
La región centroamericana se está beneficiando, por ende, de la recuperación económica estadounidense, por ejemplo a través de los envíos de remesas y la llegada de turistas. Según datos de Bloomberg, las remesas enviadas a Guatemala por los trabajadores que viven en Estados Unidos y otros países aumentaron un 18% el pasado enero con respecto al año anterior. Y es que el año pasado el país habría recibido 6.300 millones de dólares en remesas, lo que supone en torno al 10% de su PIB.
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