Según ha explicado la petrolera, 50 empleados internacionales serán despedidos y casi 600 posiciones de contratistas serán canceladas. Además, de los 1500 puestos que eliminará, 270 se encuentran ya vacantes y no serán cubiertos.
La mayoría de los despidos se producirán en los estados de Texas y California. En Texas, la compañía se había expandido en los últimos años para explotar la cuenca Permian de crudo no convencional. En California, por su parte, es donde Chevron tiene su sede central.
Ante la caída de los precios del crudo, que se ha desplomado un 55% en el último año ante los temores de un exceso de suministros, Chevron ha decidido iniciar un plan de recortes de 1.000 millones de dólares. "A la luz del actual escenario en los mercados, Chevron está tomando acciones para reducir costes internos en varias unidades operativas y en el centro corporativo", explicó en un comunicado la portavoz de la compañía, Melissa Ritchie.
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