La amenaza de un nuevo crack bursátil debería ser un factor a tener en cuenta por unos inversores demasiado preocupados por Atenas como para centrar su atención en otras claves del mercado. Y es que, a pesar de la fuerte caída en Asia en las últimas semanas, la Bolsa china sigue manteniendo una ganancia de doble dígito en el año, que ronda el 16%.
Aún así, los expertos aconsejan máxima prudencia, ante evidentes signos de agotamiento como la desaceleración de la economía, el elevado endeudamiento de los inversores e incluso una posible manipulación del mercado que ha obligado a las autoridades a actuar con contundencia.
Una de las principales medidas llevadas a cabo ha sido la constitución de un fondo cotizado para adquirir acciones de determinadas empresas y controlar así sus caídas bursátiles. Y desde Bloomberg llaman la atención sobre la evidente similitud de esta medida a la acontecida en 1929 en EEUU, donde las cinco mayores entidades financieras del país juntaron recursos para poner suelo al precio de sus acciones.
El Gobierno chino también ha limitado a 10 el número de salidas a Bolsa para esta primera parte de junio, y el Banco Central del país se ha mostrado dispuesto a ofrecer liquidez a la CSF (Corporación de Financiación del Mercado de Valores del país)
A estas medidas se ha sumado esta noche la decisión por sorpresa de limitar a 1.200 el número de transacciones con contratos de futuros que se pueden realizar en el índice CSI 500, que engloba a las 500 mayores empresas de las Bolsas de Shanghai y Shenzhen, en un nuevo intento por estabilizar los mercados.
Pero la jornada ha vuelto a ser dura para los inversores. "Me pasan estas estadísticas de la bolsa de Shanghai hoy: 1.106 compañías, 187 suspendidas (algo que ocurre automáticamente cuando las pérdidas llegan a la variación máxima permitida de un 10%), 650 limitada su caída y sólo 20 al alza", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. En el caso de la Bolsas de Shenzhen, con 1.767 miembros, 1.000 han superado el límite de caída, y sólo 16 al alza. La bolsa de Shanghai ha perdido un 3,4% la de Shenzhen un 5,7%.
Pero, ¿y ahora qué? Desde JP Morgan AM analizan la evolución alcista de este mercado en los últimos años, señalando su similitud con el rally de 2007 que se mantuvo finalmente durante todo el año. Aún así, indican que "aunque ya hubo correcciones en esta subida, la evolución de los precios sugiere que la tendencia ha cambiado, y se pueden producir nuevas caídas". Insisten en que "el comportamiento reciente de la Bolsa china guarda un sorprendente parecido con el rally que experimentó en 2007 y que se mantuvo a lo largo del año. Las similitudes son tan grandes que la correlación entras las dos series es casi perfecta. Caveat emptor (comprador, ten cuidado)", sentencian.
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