Hasta ahora 79 sectores de la economía china contaban con fuertes restricciones para que las empresas extranjeras pudieran invertir en el país. Los inversores debían contar con un socio local o limitarse a participaciones minoritarias en compañías chinas. El Gobierno ha decidido reducir la lista a 35 para fomentar la entrada de capital, en un momento donde la economía del país da síntomas de agotamiento.
Los sectores afectados por la medida están en la industria maderera, de maquinaria pesada, alimenticia o de ocio. Sin embargo, el Gobierno mantiene las férreas barreras en sectores y estratégicos y las ha ampliado a negocios como el de las antigüedades, tabaco o casas de subastas.
Los expertos en China advierten que el aperturismo se debe a necesidad de las empresas nacionales de no tener restricciones en mercados como el de Estados Unidos y Europa, y se produce en sectores donde las empresas locales tienen una fuerte presencia y son altamente competitivas.
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