El FMI pronostica que Venezuela alcanzará en este 2016 una inflación récord del 720%. El país con la mayor reserva petrolera del mundo ha visto cómo pasaba de ingresar 40.000 millones de dólares en 2014 gracias al crudo a sólo 12.000 millones en 2015, lastrando su economía. Y, pese a todo, desde Pekín mantienen su apuesta por el país, y el pasado septiembre le concedió un préstamo de 5.000 millones para financiar proyectos petroleros. ¿Por qué mantiene China su apuesta por la herida Venezuela?
Entre 1999 y 2014, Venezuela recibió, de media, 56.500 millones de dólares anuales gracias al petróleo. Según explica la cadena británica BBC, el país venezolano aprovechó esta buena época con altos precios del petróleo para financiarse a bajo coste. Por ello, entre 1999 y 2011 el país emitió bonos por valor de 54.327 millones de dólares, así como bonos de la petrolera estatal Pdvsa. Según estiman desde Ecoanalítica, por estas emisiones el país se enfrenta ahora a deudas que vencen en 2027 por valor de 92.750 millones de dólares. Y, además, Venezuela contrajo deudas con países como Rusia o China.
Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, desde 2007 China ha prestado a Venezuela un total de 65.000 millones de dólares. De hecho, y pese a la desaceleración de la segunda economía del mundo, China invirtió 29.000 millones de dólares en toda la región latinoamericana en 2015, de los cuales 10.000 millones fueron a parar a Venezuela. En julio, Venezuela recibió 5.000 millones de dólares desde China, y en septiembre consiguió un nuevo préstamo por la misma cantidad; uno de ellos fue destinado a refinanciar la deuda del estado y el otro fue a parar a la petrolera estatal.
Venezuela devuelve a China sus préstamos pagándole una parte en petróleo, de ahí que uno de los préstamos de 5.000 millones haya ido destinado precisamente a tratar de fomentar la producción petrolera venezolana. Y es que China parece seguir queriendo conservar su alianza estratégica con Venezuela por su interés en el crudo.
Margaret Myers, directora del programa China-América Latina de Diálogo Interamericano, explicaba a BBC que los préstamos a Venezuela "no son tanto una muestra de confianza como una apuesta estratégica y un intento de proteger sus activos en un momento complicado". Sin embargo, Myers apunta del evidente problema de esta situación: Venezuela necesita tres veces más barriles de petróleo para pagar a China ahora de los que necesitaba cuando el barril costaba 100 dólares.
En China la crisis petrolera venezolana no ha pasado inadvertida. De hecho, en diciembre de 2015 la influyente Academia de Ciencias Sociales de China situó a Venezuela como el segundo país con más riesgo para invertir.
Por el momento, el ministro de Finanzas venezolano ha confirmado el pago de 1.543 millones de dólares del vencimiento de su bono Global 2016 más los intereses tras la negativa de China a concederle una prórroga de dos años. Según Barclays, Venezuela tiene que pagarle a China este año unos 7.000 millones de dólares de deuda. Para Myers, es evidente que China se enfrenta a un dilema, pues quiere recobrar sus préstamos pero también es consciente de la debilidad de la economía venezolana. "Nunca hay que olvidar, sin embargo, que Venezuela es para China una alianza estratégica por sus reservas de petróleo", señala la experta.
Margaret Myers no prevé que China retire su apoyo a Venezuela en un futuro: "China ha renovado las deudas de Venezuela en el pasado: esta ha sido su política". De momento, el gigante asiático ya ha dado su visto bueno a la "agenda económica bolivariana" que le presentó el país americano el pasado febrero por la que Venezuela quiere impulsar 14 sectores económicos para compensar la caída del petróleo y diversificar la base productiva venezolana, apostando por el turismo, el sector farmacéutico o el forestal.
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