Formar parte de un consejo de administración es una de las metas más ansiadas por parte de muchos dirigentes. La transición a esta posición desde los puestos directivos de una organización empresarial otorgan reconocimiento y prestigio al profesional que aspira a esta promoción. Por ello, el Centro de Gobierno Corporativo de Esade ha elaborado el informe Gestión de la transición de directivo a consejero, que incluye una encuesta realizada entre febrero y marzo de 2023. Esta ha preguntado a 327 altos ejecutivos aspirantes o con experiencia en consejos de administración de compañías cotizadas y no cotizadas de España. El estudio ha sido dirigido por Mario Lara Sanz, Director del Esade Center for Corporate Governance, y Nestor U. Salcedo, investigador postdoctoral en la misma institución. Asimismo, ha contado con la colaboración de Antonio Nuñez, Senior Partner de Parangon Partners.
El informe detalla los principales retos que se presentan en aquellos dirigentes que intentan formar parte de un consejo de administración. Preguntados por esta cuestión, un 19% respondieron que la pertenencia a un equipo de dirección facilitaba la transición a consejero; un 18,4%, la experiencia en procesos de transformación empresarial; y un 17,9% la experiencia como primer ejecutivo.
Además de esta experiencia previa, las recomendaciones de inversores y accionistas (32,2%), recomendaciones de miembros o del presidente del consejo (29,5%) y una recomendación directa del CEO (18%) son las tres principales trayectorias profesionales que facilitan la transición de directivo a consejero.
Factores más importantes para convertirse en consejero
En cuanto a los factores que más influyen, los consejeros que han participado en el estudio destacan, por orden, la gestión de las redes de contactos personales, la construcción de un buen relato de su experiencia profesional, la adquisición de conocimientos clave del consejo, el desarrollo de relaciones para conseguir la prescripción de los considerados board influencers y el aprendizaje de nuevos estándares en gobierno corporativo. Por otra parte, los conocimientos más valorados son la estrategia, entender el sector en el que opera la organización y la gestión de riesgos.
La habilidad más valorada es la integridad y confianza hacia los accionistas y stakeholders es la más valorada, seguida de la fortaleza, valentía, cautela y serenidad, para contribuir con criterio al Consejo y al equipo ejecutivo, a fin de poder tomar decisiones y acciones difíciles; y el criterio informado y visión panorámica, con conocimiento sobre la empresa, el negocio, los mercados y su entorno en escenarios complejos.
En referencia a la preparación para el proceso de promoción, entender bien los valores, cultura, propósito, estrategia, modelo de negocio, retos, productos y servicios, principales mercados de la compañía es el aspecto más importante para el 28,7% de los encuestados. Por detrás, el buen conocimiento de los intereses y expectativas de los principales accionistas de la compañía (16,3%) y comprender el rol del consejo de administración en el modelo de gobierno de la compañía (13,5%) son el segundo y tercer elemento más valorados, respectivamente.
El informe también pregunta por las principales causas de rechazo a la oferta de entrar en un consejo de administración. La incompatibilidad con los valores, propósitos e intereses de la compañía (28,5%), con la visión y los objetivos estratégicos de los principales accionistas de la compañía (13,5%) y con la visión y los problemas externos por riesgos reputacionales con otros stakeholders clave, así como con la sociedad o el entorno (10,8%) son las respuestas más repetidas.
Por último, desde la empresa, las principales acciones para contribuir a esta promoción son la introducción del interesado como consejero en alguna filial o participada, la prescripción o referencia de su candidatura para otros consejos directamente, vía headhunters u otros actores o presentarle como patrono de alguna fundación o junta directiva de asociación, en representación suya.
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