Colombia busca en el sol una solución de energía

La matriz energética de Colombia está compuesta por un 70% de fuentes hídricas. Ello hace que la estación del “veranillo” (pocas lluvias) signifique un riesgo de desabastecimiento, agravado por el fenómeno El Niño, que provoca anualmente sequías en todo el territorio. La última (2015-2016) dejó en alerta a 20 de los 32 distritos en que se divide el país. El propio presidente Juan Manuel Santos llamó a la población a moderar el uso de agua entre enero y marzo últimos, cuando 48 millones de habitantes estuvieron al borde de un “apagón”. Esta es una de las razones por las que existen crecientes inversiones en iniciativas para obtener energía más allá del agua. La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) reportó esta semana que ha recibido 273 proyectos de generación solar. Ello representa un aumento del 32% sobre el número de julio y, en el total, significa que el 88,3% de los nuevos proyectos de energía se basan en el aprovechamiento del sol. Vale decir, nueve de cada diez proyectos energéticos que se están implementando. Incentivo oficial Colombia es signataria del Acuerdo de París. Pero además del riesgo ambiental, otro motivo que explica el aumento de tales proyectos es la ley que aprobó el Gobierno en 2014 para promover esa producción con incentivos fiscales. En ese contexto, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) exonera de aranceles la importación de equipos solares y eólicos, además del IVA y renta. También establece que las industrias que produzcan su propia energía podrán vender el excedente en la bolsa. Así, cada vez más compañías y propiedades privadas y comerciales están generando su propia energía a través de paneles solares para atender su demanda, además de considerar el aumento del precio del kilovatio durante las épocas de sequía. Pequeños inversores Las estadísticas de Upme indican que 184 de los 273 proyectos solares recibidos hasta noviembre ya fueron favorecidos con tales exenciones. La mayoría son pequeños, instalados en techos de industrias y comercios, pero todavía muy pocos en viviendas, señala la entidad. Los proyectos fotovoltaicos lideran las inversiones previstas con 32,2 millones de euros. La lista también incluye biomasa, con alrededor de 12,5 millones, y pequeñas unidades hidroeléctricas, con 9,5 millones, según los datos de noviembre. La Upme prevé que estos nuevos actores pueden generar unos 500 megavatios, volumen que equivale al 5% de la demanda del sector. Precisamente, ese es el porcentaje que expertos habían recomendado ahorrar en la crisis energética provocada por la última sequía.

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