La semana pasada el BCE cumplió con las expectativas que el mercado mantenía sobre sus decisiones en materia de política monetaria e incrementó los tipos de interés por séptima vez consecutiva. En esta ocasión, la institución subió las tasas 25 puntos básicos, situando el precio del dinero en el 3,75%.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, además, advirtió que no se está produciendo una pausa en el incremento de tipos por parte del BCE y que las decisiones para las próximas reuniones dependerían de los nuevos datos macroeconómicos de las economías, aunque dejó una puerta abierta a que la institución también tendría en cuenta cuál es el efecto de los elevados intereses en la economía real antes de adoptar nuevas decisiones.
¿Cómo repercute el incremento de tipos en la economía española?
El profesor de EAE Business School, Alfonso Fernández, explica que el BCE no toma en consideración el caso particular de la economía española a la hora de llevar a cabo su política monetaria. La institución toma sus decisiones en base a la zona euro y mira especialmente al comportamiento de la economía alemana, que es la principal economía de la Unión Europea.
Por lo tanto “no podemos pensar que las decisiones estarán condicionadas por lo que ocurra en España”, señala Fernández.
Aclarado este punto, el profesor de EAE explica que el principal impacto del incremento de tipos para nuestra economía se sitúa en los ciudadanos, que sufren desde hace más de dos años una pérdida de poder adquisitivo debido a la elevada inflación -en el 2021 el IPC español alcanzó el 6,5% y en el 2022 fue del 5,7%-, a lo que se suma la subida de los tipos de interés.
En este sentido, “a medida que siga habiendo un aumento de los tipos de interés, el poder adquisitivo de los ciudadanos, especialmente de los particulares se va a ver muy dañado”, añade Alfonso Fernández.
Dentro del efecto negativo del incremento de tasas para los ciudadanos, destaca especialmente la pérdida de salario a causa del incremento de la cuota de las hipotecas a tipo variable. “En España existen cerca de 4 millones de personas que tienen hipoteca a tipo de interés variable y estas familias están viendo cómo sus cuotas se encarecen hasta 4.000 euros anuales”, afirma el profesor.
Diego Morín, analista de IG, advierte que las subidas de hipotecas pueden derivar en un “incremento del riesgo de morosidad o impago de hogares” que incluso puede extenderse a las empresas.
Este primer impacto, el incremento de las hipotecas, afecta directamente a una segunda derivada: el consumo. “El consumo en España ya bajó un 1,3% para el primer trimestre del año y esto no es ninguna sorpresa ya que procede directamente de esta pérdida de poder adquisitivo por la alta inflación y por el incremento de intereses”, desarrolla Alfonso Fernández.
Las expectativas para el consumo, por lo tanto, son muy desfavorables ya que a medida que sigan incrementándose los tipos de interés, el consumo se resentirá todavía más y el consumo representa una parte muy importante de la economía.
En la misma línea, el analista de IG, Diego Morín, señala que el incremento de tasas de interés se traduce directamente en una reducción de inversión y de consumo ya que se incrementa el coste de financiación para los hogares, empresas y también para el sector público.
El profesor de EAE señala que España cuenta con unas expectativas a nivel de actividad económica más favorables que el resto de la Unión Europea, pero advierte que también somos “el único país europeo que todavía no se ha recuperado de la crisis sanitaria a nivel de PIB”. Esto lleva a una situación complicada para el país ya que “si no se mesura muy bien el aumento de los tipos de interés, puede dañarse de forma grave el consumo y sin consumo, difícilmente habrá la recuperación que necesita España”.
¿Qué evolución puede esperarse?
El BCE ha advertido que todavía queda margen para subir los tipos de interés y que se irá viendo en cada una de las reuniones en función de los daos de inflación y de los datos de la actividad económica.
Según explica Alfonso Fernández, de EAE, si observamos los datos de inflación, la curva apunta a una corrección por lo que cabe esperar que los nuevos incrementos de tipos por parte del BCE sean de 25 puntos básicos y se abandone la senda más agresiva de incrementos de 50 pb.
Asimismo, las subidas en las reuniones pueden ser intermitentes, es decir, puede que no se produzcan subidas de tasas de forma consecutiva en cada una de las reuniones.
En el caso de que se produzca una reducción de los tipos de interés, “sería bueno para el consumo porque permitiría tener más renta disponible a los ciudadanos y, de esta manera, estimular ese consumo que ahora empieza a reducirse”, explica el profesor Fernández.
Sin embargo, el experto descarta que se vaya a producir este escenario ya que “la inflación de la UE todavía sigue alta, no debemos olvidar que se sitúa incluso por encima de la inflación española, en el 7% para el mes de abril”.
Por lo tanto, “el consumo en España se va a ver muy penalizado y las familias tendremos que seguir sufriendo”, advierte el profesor de EAE, ya que en la medida en la que el euríbor siga aumentando, el consumo familiar se va a seguir resintiendo, concluye Alfonso Fernández.
2023-05-11 06:00:01