Según explica Javier González, CEO del Instituto Superior Magna Coaching, esta gestión empresarial se puede abordar desde diferentes ópticas e incluso desde el coaching siguiendo estas pautas:
1. Planifique las labores y roles de los miembros del equipo en función de sus habilidades y competencias. De igual modo, ha de diseñar planes de acción eficientes que eviten procesos de trabajo reiterativos o innecesarios, ya que esto, a la postre, repercute de forma negativa en la productividad.
2. Cree un equipo emocionalmente inteligente y de alto rendimiento. Para ello ha de estar sustentado en el sentimiento de pertenencia e identidad al grupo, es decir, como dirigente tiene la finalidad de conseguir que todos se identifiquen con los valores, normas y costumbres del grupo. Además, para que el equipo tenga ese componente de inteligencia emocional debe primar la sensación de eficacia dentro del grupo y una relación de confianza mutua entre los miembros del equipo.
3. Incorpore procesos de análisis y mejora. Una vez establecidas las funciones de cada trabajador y generada la estructura de un equipo emocionalmente inteligente se deben implementar mecanismos para analizar la evolución del equipo y los procesos de trabajo, con respecto al objetivo empresarial, realizando los cambios y mejoras pertinentes.
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