Muchos miran ahora a Pekín y se vuelven de nuevo a la evolución de los precios del crudo, pero estos expertos recuerdan que "las cuestiones sobre la valoración de los productos básicos, el capex y la debilidad industrial en los mercados emergentes han sido la piedra angular de nuestra visión temática desde al año pasado".
Argumentan los analistas de Goldman Sachs que tanto las commodities como las industria cíclicas han disfrutado de una década, o más, de mercados alcistas impulsados por el aumento de las inversiones de las productoras de materias primas y en infraestructuras de los países emergentes. Es más, añaden, mucha empresas han disfrutado de la fuerte demanda procedente de ambas fuentes.
Ahora, ambos apoyos se están debilitando, mientras que los "vientos en contra" de los consumidores, tales como el aumento del desempleo, los ajustes de balance y fiscales, etc., se están revirtiendo.
Sobre esta premisa, han recomendado una posición infraponderada en su cartera industrial (compuesta, entre otros, por valores como Rio Tinto, Akzo Nobel, Lafarge, Alstom, Petrofac y ASML Holding) frente a la sobreponderada de su portfolio con exposición al consumidor (formada por Pirelli, BBVA, Banco Santander, Nestle, Adidas, Casino, Nokia o Telefónica, entre otras compañías).
Y se mantienen en esta estrategia: consumo cíclico, pero infraponderamos las industrias relacionadas con materias primas e industrias ligadas a ellas, como petróleo y gas, recursos básicos, químicas, servicios petroleros y maquinaria".
Así, siguen prefiriendo la exposición a "áreas del consumo cíclico donde está mejorando el apalancamiento y el mercado es más fuerte. También somos positivos con los valores de dividendo razonable" y con perspectivas de incrementar la remuneración al accionista.
Recordemos que Barclays también sobrepondera los activos sensibles al ciclo, pues considera que "si el crecimiento se recupera como esperamos en la segunda mitad del año, las Bolsas deberían registrar un comportamiento razonable, especialmente en Europa y Japón, donde esperamos que la mejora de las ganancias sea fuerte".
En este sentido, a nivel sectorial, la recuperación cíclica en marcha supone una clara "oportunidad pare reasignar las carteras hacia industrias más orientadas", como no podía ser de otra forma, al ciclo, como pueden ser "la banca, los materiales y, en menor medida, la energía". Es más, añaden, "se puede argumentar que, mientras los rendimientos de bonos y Bolsas han reflejado ampliamente las reducción de los riesgos deflacionistas y la mejora de previsiones de crecimiento, estos sectores han sido más lentos en responder".
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