Controlar la curva de tipos: ¿funcionará la idea de Japón?

Los expertos de JP Morgan AM han realizado un ejercicio de análisis para desgranar el impacto del nuevo marco político en el país, que entre los principales cambios que incorpora, es ese objetivo de tires en los bonos a 10 años establecido en torno al 0%, en lugar de aumentar el balance del Banco de Japón en un importe previsto de 80 billones de yenes al año.

Así mismo, recuerdan que además de impulsar su objetivo de que la inflación siga aumentando, el organismo monetario también abrió la puerta a más estímulos en el futuro, de la mano de un recorte en los tipos para depósitos, rebajar más el objetivo de tires de los bonos, aumentar las compras de activos e incrementar el ritmo de expansión de la base monetaria.

Advierten los expertos que el control en la curva de tipos tendrá un impacto limitado en la economía real. "Esto se debe a que el banco tiene las manos atadas en dos frentes: la efectividad de la estimulación de la demanda agregada y la efectividad de las herramientas de sus políticas", advirtiendo que los mercados financieros se darán cuenta del alcance de estas limitaciones, lo que hará que el posible impacto positivo de la nueva relajación sea efímero.

Respecto al segundo punto de las medidas en materia de política monetaria, los expertos consideran que las principales herramientas como las compras de bonos de deuda pública, las compras de ETFs y los tipos básicos negativos, "se aproximan a sus límites de eficacia dado el tamaño de la emisión, la liquidez del mercado, las percepciones negativas del público y la contracción de los márgenes entre los bancos comerciales".

Tampoco confían en posibles estímulos fiscales que logren compensar el fin de la efectividad de las políticas monetarias, recordando el paquete de estímulo de más de 28 billones de yenes aprobado el 2 de agosto por el primer ministro Shinzo Abe y asegurando que "el Gobierno calcula que el impacto total sobre el PIB real es tan solo del 1,3%, y se distribuirá durante el presente ejercicio fiscal y el siguiente".

Desde el punto de vista macroeconómico, a los expertos les parece complicado que los beneficios de las empresas japonesas vayan a aumentar de forma significativa gracias a estas políticas en su conjunto, aunque reconocen que es previsible que las repercusiones varíen de un sector a otro.

Todo ello obliga a los inversores interesados en renta variable japonesa, a juicio de JP Morgan AM, a una selección de valores y sectores por encima de enfoques más generales. "Puede que Japón continúe afrontando graves problemas y que sus recientes cambios en política monetaria y fiscal aún no hayan conseguido solucionarlos, pero el país ofrece algunas oportunidades atractivas", indican, apuntando, por ejemplo, a las empresas con tecnología de vanguardia "que son líderes mundiales o que forman parte de las historias de crecimiento estructural de los mercados emergentes".

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