Exportar y salir al exterior ya no es para muchos negocios una opción, sino la única forma de seguir adelante. En un momento en el que la economía de la Unión Europea no termina de despegar, las empresas españolas se ven obligadas a dirigir su mirada a los mercados emergentes, entre los que sobresale, sin ningún género de duda, Emiratos Árabes Unidos.
¿Por qué Emiratos Árabes? Este país del Medio Oriente es un campo especialmente fértil para las empresas de todo el mundo por el rápido crecimiento de su economía y por contar con un marco regulatorio muy abierto a la inversión extranjera. Sólo este año, las previsiones apuntan a un crecimiento de su economía cercano al 4%, dato que, con toda seguridad, se incrementará en los próximos años gracias a la designación de Dubai como sede de la Expo Mundial 2020. El Departamento de Turismo y Comercio de EAU ha cifrado el impacto económico global de este evento en más 90 millones de dírhams (alrededor de 20.000 millones de euros).
¿Y qué empresas son las que más pueden beneficiarse de estas oportunidades? De esos 20.000 millones, alrededor de 6.800 corresponden a inversiones en infraestructuras, por lo que las empresas dedicadas a ingenierías y construcción tienen aquí un importante nicho de mercado. A nadie se le escapa que si hay un sector de la economía española al que le urge encontrar nuevas oportunidades, ese es el de la construcción, que se encuentra en una complicadísima situación tras contracción del mercado de la vivienda en nuestro país a causa de la crisis económica.
Pero las oportunidades en Emiratos Árabes no se deben a una cuestión coyuntural, ni tienen como límite el año 2020, sino que las propias características del país ofrecen una interminable gama de posibilidades. Pensemos que se trata de un territorio desértico en su mayor parte, y que por lo tanto necesita importar grandes cantidades de alimentos para abastecer a su población. El sector agrario español nunca ha tenido tan fácil ampliar su negocio, igual que otros muy demandados en Emiratos como la tecnología, el lujo…
Por último, pero no por ello menos importante, invertir en Emiratos no sólo es rentable, sino también sencillo. Su marco regulatorio está pensado, precisamente, para atraer la inversión extranjera. Dubai cuenta con la mayor zona franca del mundo por volumen de contratación, la Dubai Airport Free Zone (DAFZA), que, por sus exenciones fiscales y la total repatriación de ganancias que permite, es la mejor puerta de entrada al mercado de Oriente Medio. Además, la legislación emiratí ofrece una gran seguridad jurídica a las empresas, mayor incluso que la de los países desarrollados. Se trata de un país que entiende la importancia de las empresas y que las apoya en todo lo posible.
Por mi propia experiencia asesorando a empresas, puedo decir que internacionalizar un negocio a Emiratos Árabes es una de las mejores oportunidades de sortear la crisis. Este país ha reemplazado a Occidente como tierra de las oportunidades.
Rafael López-Diéguez, director de Expansión Internacional de Grupo RLD.
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