Como primer factor para el esperado rally de fin de año, los expertos apuntan a la revisión a mejor del contexto macro. El revulsivo positivo a su juicio ha sido la victoria de Trump: más PIB y empleo, aunque también algo más de inflación. “La ganancia de tracción de las economías desarrolladas empieza a ayudar a las emergentes, sobre todo a las productoras de materias primas. Es decir, a Latinoamérica antes que a Asia”, indican los expertos. En segundo lugar, la mejora de los beneficios empresariales en 2017. “Pasamos de unos BPAs (beneficios por acciones) en contracción o estancados en 2016 a otros en 2017 creciendo a doble dígito bajo”. Como referencia, explican que el BPA estimado para el S&P 500 pasa de +0,8% en 2016 a +11,9% en 2017, de -8% a +10,4% en el caso del EuroStoxx-50 y de -12,2% a +20,8% en el caso del Ibex. El cambio de signo respaldará las bolsas. Como tercer factor, la política. O, más bien, la irrelevancia de la política. “Este es uno de los mejores cambios que podría producirse: la pérdida de influencia de la política sobre el mercado. Los desenlaces adversos ya no impactan tan negativamente como antes”, aseguran. En cuarto y último lugar, la presión del flujo de fondos. Los expertos se refieren aquí a tanto el generado forzadamente por los bancos centrales, como el espontáneamente generado por la mejora del ciclo económico. “Y las alternativas de inversión con rentabilidades decentes sin riesgos indecentes son escasas”, advierten. “Tan escasas que el dinero presiona bolsas e inmobiliario en cuanto desaparecen los eventos adversos”. Según explican, todo esto resulta en una mayor tolerancia al riesgo, introduciendo una inercia alcista en las bolsas que no se agotará en el corto plazo. “Puede que pierda vigor a principios de 2017 por razones técnicas, pero nada más”, explican los expertos. Con este escenario, la firma vuelve a subir exposición en sus carteras: +5% Defensivos, Conservadores y Moderados (hasta 20%, 30% y 50% respectivamente) y +10% Dinámicos y Agresivos (hasta 70% y 85% ídem). “La última entrada de flujos del año ayudará a que el rebote continúe. En el peor de los casos consolidarán niveles, pero los retrocesos son improbables. Y, si se produjeran, los interpretaríamos como una oportunidad”, sentencian.
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