Cuenta atrás para el rescate de Monte dei Paschi

La entidad italiana afronta el cierre del año en la cuerda floja: si no reúne los 5.000 millones que exige el BCE como garantía de viabilidad tendrá que someterse al rescate estatal para su saneamiento. Monte dei Paschi quema uno de sus últimos cartuchos con la ampliación de capital de este lunes, cuya duración está prevista hasta el jueves. El banco más problemático de Italia debe reunir el capital adicional y liberarse de hasta 28.000 millones en préstamos tóxicos antes de finales de año, según las exigencias de la autoridad bancaria europea. La oferta de títulos está en su mayoría orientada a inversores institucionales (65%), mientras que el resto se reserva para actuales propietarios y minoristas. Tras descartar la búsqueda de inversores privados directos, y marcado en profundidad por la inestabilidad política del país, Monte dei Paschi acude al parqué como última opción en una jornada decisiva para el futuro del banco. Si la emisión tiene éxito se espera que se recauden hasta 3.200 millones por esta vía, completando el resto a través del canje de deuda por acciones. En su primera hora de cotización, los nuevos títulos han abierto en rojo, con una caída de en torno al 8% y un precio por debajo de los 20 euros el título. Monte dei Paschi dio un rango de precio de entre 1 y 24,9 euros en relación a la venta. La ampliación de capital de entidad crediticia llega en un momento clave en el que cada vez toman más fuerza los rumores de un posible rescate del Gobierno italiano a la banca por valor de 15.000 millones de euros, según Reuters. Entre los principales candidatos a la intervención pública se encuentra Monte dei Paschi, Banca Popolare di Vicenza, Beneto Banca y Banca Carige. El Ejecutivo ya controla un 4% de la entidad a través del Tesoro y podría llegar hasta 50% si se encargara del pago de la deuda a través de la adquisición y conversión de bonos, cuyo valor podría llegar a descontarse hasta la mitad del nominal. Este sería el peor escenario posible para accionistas y bonistas , que serían los primeros en asumir las pérdidas según la regulación actual. La reunión del próximo jueves del Ejecutivo italiano será decisiva si la reacción de los mercados no es la esperada ante la ampliación. Por su parte, los inversores perciben con poco optimismo esta maniobra del banco para salvarse de la intervención. Según fuentes del mercado, la clave está en que los tenedores de bonos subordinados acepten la conversión de la deuda en acciones, lo que mostraría un voto de confianza en el futuro de Monte dei Paschi y alentaría a la compraventa de los nuevos títulos emitidos. Sin embargo, las posibilidades de éxito son muy limitadas según los especialistas. «El mercado no ve creíble esta ampliación con el poco tiempo que queda. La reacción hasta ahora está siendo negativa porque no hay muchas expectativas de éxito», explica Marco Martinelli, analista de XTB. El caso de Monte dei Paschi es un hecho aislado dentro de los problemas estructurales del sistema financiero italiano. Hasta ahora las reestructuraciones de las principales entidades del país, como la ampliación de UniCredit la pasada semana, se han llevado a cabo con éxito. «2017 será un año plagado de ampliaciones de capital en la banca italiana, ya que necesitan contrarrestar el alto volumen de crédito morosos. Sin embargo, los inversores no prevén un rescate público general, ya que esperan que las propias entidades sean capaces de llevar a cabo sus reestructuraciones», añade el experto.

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