"La generación móvil frente al hostil mundo online" fue el título de la mesa redonda celebrada ayer en el Mobile World Congress, dedicada a los nuevos riesgos que corren los más pequeños desde que han aumentado su uso de los teléfonos móviles conectados a Internet, y desde que estos dispositivos permiten un acceso más privado y personal a los contenidos y servicios online.
Crece el uso de móviles sin control en menores
Según los datos aportados por Kaspersky Lab, el 71 % de los niños utiliza dispositivos móviles y el 66 % de ellos lo hace desde su dormitorio, lejos del control parental. De hecho, una reciente encuesta de Kaspersky y B2B concluye que el 18 % de los españoles siente que no controla las actividades online de sus hijos, solo un 31 % habla con ellos de los riesgos online y únicamente el 17 % de los padres son contactos de sus hijos en redes sociales. Desde la mesa se apuntaba que este masivo uso de móviles en solitario ha traído dos clases de problemas: por un lado, estamos creando una generación de zappers a los que les cuesta centrar la atención y, por otro, aumentan los riesgos para el menor: robo de dinero, robo de identidad, contenidos y contactos inapropiados, sexting,ciberbullying…
Eugene Kaspersky, CEO de Kaspersky Lab, hacía un llamamiento al uso sensato de Internet: "La Red tiene una gran cantidad de beneficios pero, por desgracia, también permite que ciertas personas den rienda suelta a su carácter destructivo. Para las víctimas, el daño psicológico puede ser enorme y duradero", advertía. "Probablemente no hay una respuesta tecnológica", admitía la CEO de la empresa de software de seguridad, "pero tenemos que hablar de ello para crear conciencia del problema y ayudar a los jóvenes y sus padres a que disfruten con seguridad de todas las cosas buenas que Internet puede ofrecer", proponía Kaspersky.
Para Janice Richardson, asesora de European Schoolnet y cofundadora de Insafe, el problema actual tiene una causa evidente: "nuestras herramientas de comunicación han evolucionado enormemente en las últimas décadas y, sin embargo, el desarrollo de habilidades de alfabetización digital no está manteniendo el ritmo", apuntó.
Durante el encuentro, se mostró un gráfico sobre la evolución del cyberbulling en Europa entre 2012 y 2014. Dos datos llamaban poderosamente la atención: mientras en 2012 España e Irlanda se disputaban el premio al país con más ciberataques, en 2014 Irlanda registró uno de los menores porcentajes de acoso del continente, mientras que España aún se mantenía, tristemente, como primer país ciberacosador europeo.
Las soluciones
La mesa también sirvió para extraer conclusiones sobre cómo afrontar estos casos. Las medidas más repetidas fueron adoptar soluciones técnicas (revisar los ajustes de privacidad en las redes sociales, hacer uso pleno de los ajustes de control parental en las aplicaciones) y, sobre todo, ser conscientes del problema y apostar por la cooperación. La solución, dijo Richardson, pasa por "involucrar a padres, maestros, niños y adolescentes".
Además, los expertos dieron dos avisos. El primero, que los intentos bienintencionados de los adultos de dar a sus hijos intimidad pueden hacerles más vulnerables. Y el segundo, que los abusos online pueden llegar a convertirse en intimidación en el mundo real, como de hecho ya ocurre en un 26 % de los casos registrados, por lo que una detección precoz del problema es imprescindible.
Tras el coloquio, Robert Shilling, coordinador de operaciones de la unidad de tráfico humano y explotación infantil de la Interpol, pudo dedicar unos minutos a DIRIGENTES en exclusiva.
Robert Shilling: "La ciberseguridad es responsabilidad de los gobiernos"
¿Cómo puede afectar a los países el cibercrimen en la era del big data?
Eso depende de la legislación en cuanto a la privacidad, y de nuestra habilidad para preservar el anonimato.
Estamos en un congreso dedicado al móvil. ¿Cree que también habría que legislar el uso de estos dispositivos de cara a la seguridad?
Totalmente.
¿Qué herramientas o planes tiene Interpol para prevenir los ciberataques?
Desafortunadamente, Interpol no puede hacer nada proactivo en cuanto a la prevención porque nuestra actuación llega siempre cuando las cosas ya han ocurrido. De todas formas, tenemos otras formas de prevenir los ciberataques. Por una parte, colaboramos con varios grupos que sí tienen peso en estas decisiones, así que actuamos a través de esta colaboración. Y por otra parte, trabajamos con una empresa alemana que crea soluciones de seguridad, por ejemplo, asociando firmas digitales a imágenes encontradas en la red, de forma que, una vez el sistema detecta que se trata de una imagen de un abusador de menores, no se vuelve a mostrar su imagen nunca más en los resultados de Google, Facebook, etc.
¿Qué cree que les falta a los países en materia de ciberseguridad?
Tienen que mejorar su legislación. Y eso es responsabilidad de los gobiernos.
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