De Petrobras a Odebrecht, corrupción sistémica en el Gobierno brasileño

La incertidumbre política continúa acechando Brasil. Aunque tras la destitución de Dilma Rousseff, que fue aprobada por el Senado hace apenas 3 días, era para muchos un paso hacia la estabilidad y el símbolo de que el país dejaba atrás los continuos escándalos de corrupción en el poder, ahora el señalado es el actual presidente Michel Temer. Rousseff, en el poder desde el 1 de enero de 2011, fue sustituida en mayo de este año tras ser juzgada por maquillar las cuentas públicas con el objetivo de asegurar su reelección en 2014, algo que volvería hacer al año siguiente. Por su parte, el histórico presidente Inácio Lula da Silva, aunque todo apunta a que será el candidato a las elecciones brasileñas por parte del Partido de los Trabajadores (PT), se ha visto envuelto en el escándalo de corrupción de la compañía petrolera semi estatal Petrobras.

Además, la Fiscalía de Brasil ha denunciado este mismo viernes al ex presidente y a su hijo, Luiz Cláudio Lula da Silva, de delitos de tráfico de influencia, blanqueo de dinero y organización criminal, en el marco de la investigación de la ‘operación Zelotes’, que investiga los sobornos a políticos para aprobar una legislación favorable a la industria del automóvil.

Los problemas de Temer 
El actual presidente del país, Michel Temer, que subió al poder tras la destitución de Rousseff con la intención de ‘limpiar’ las instituciones brasileñas, también tendrá que dar explicaciones a la justicia. Un ex director de la compañía de ingeniería brasileña Odebrecht ha afirmado a la fiscalía que la empresa hizo varias contribuciones ilegales a políticos del gobernante Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), incluido el presidente Michel Temer, según ha informado Globo TV. Si los fiscales demuestran las acusaciones, Temer podría enfrentar un juicio político con el potencial de desestabilizar a su Gobierno, que ya perdió a varios ministros tras denuncias similares de otras empresas de construcción involucradas en una extensa investigación de un escándalo de corrupción, informa Reuters. Claudio Melo Filho, ex director de relaciones institucionales de Odebrecht, ha confirmado que él participó en una cena en la residencia oficial de Temer en Brasilia en el 2014, en la que los ejecutivos de la compañía acordaron transferir 10 millones de reales (2,95 millones de dólares) para financiar las campañas del PMDB ese año. El ex ejecutivo dijo que otros funcionarios de Odebrecht recibieron señales de políticos del PMDB que participaron en las reuniones de que la compañía sería favorecida en las votaciones en el Congreso que afectaran al grupo de ingeniería. La oficina de prensa de Temer ha divulgado un comunicado negando las acusaciones en el que afirma que, «todas las donaciones de Odebrecht al PMDB se realizaron a través de transferencias bancarias y fueron declaradas a la Justicia Electoral». Además de Temer, el director dijo que varios miembros del PMDB recibieron donaciones, entre ellos el ministro Gobierno, Eliseu Padilha; el secretario del Programa de Asociación para Inversiones, Moreira Franco; el líder del PMDB en el Senado, Eunício Oliveira; el presidente de la Cámara alta, Renan Calheiros; y el líder del Gobierno en el Congreso, Romero Jucá, dijo TV Globo. Melo Filho es uno de más de 70 ejecutivo de Odebrecht, incluido el ex presidente ejecutivo Marcelo Odebrecht, que accedieron a un acuerdo de declaración de culpabilidad con la Justicia la semana pasada. Según TV Globo, el ex director también citó en su delación a políticos de otros conglomerados, entre ellos el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del Partido Demócrata.

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