El Estado español sigue controlando Aena con un 51% de su capital social en su poder, que gestiona a través de Enaire. Pero este jueves todos los ojos estaban puestos en cómo sería el último paso de la entrada de capital privado en su accionariado. Tras una turbulenta operación de semiprivatización, que comenzó en junio pasado, y que se retrasó en octubre cuando se pospuso la inminente salida a Bolsa, Aena ha comenzado a cotizar en precio más alto del rango marcado. La compañía ha despegado en el parqué dejando enseguida atrás los 58 euros a los que comenzaba a cotizar. Con una subida del 12%, el gestor aeroportuario ha comenzado a cotizar para pronto rebotar hasta un 19%. Finalmente, los títulos de la compañía han dado un úlitmo cambio en los 70 euros, tras rebotar un 20,6%.
La fuerte demanda tras conocerse el folleto de la OPV dejó fuera a dos de los socios que habían mostrado su interés en entrar a formar parte del llamado núcleo duro. Ferrovial y Banca March ofrecieron un precio menor al que finalmente se marcó para la salida a Bolsa. Únicamente el fondo TCI se ha mantenido entre los accionistas institucionales de Aena. Precisamente en este tramo, que finalmente ha representado el 94,2% del capital que ha comenzado a cotizar, ha habido una importante presencia de inversores españoles. Entre un 4% y un 5% de estos inversores cualificados que han entrado en el accionariado de Aena son españoles. Junto con ellos, un 40% corresponden a inversores europeos y otro 40% a inversores estadounidenses, según explican fuentes conocedoras de la operación.
La salida a Bolsa de Aena ha generado una gran expectación en el mercado. En el toque de campana en la Bolsa de Madrid, el presidente de la compañía José Manuel Vargas ha querido agradecer a todos los que han hecho posible este salto al parqué con un especial recuerdo al actual ministro de Justicia y anterior número dos de Fomento, Rafael Nadal, y a la ministra de ramo, Ana Pastor. Posteriormente en un encuentro con periodistas ha resaltado que esta operación ha despertado un "altísimo interés en los inversores". "La operación ha despertado un interés extraordinario a nivel global. Hay un núcleo inversor institucional de primer nivel que ha quedado con ganas", ha añadido al entrar a valorar el fuerte repunte de la acción en sus primeros compases en el mercado.
¿Y el núcleo duro?
En este proceso de salida a Bolsa, se fijó que existiera un núcleo duro de accionistas que ofrecieran estabilidad a la acción. Tras una ronda de ofertas se seleccionaron a tres grandes inversores que permanecerían en el accionariado de Aena durante al menos un año. Ferrovial, Banca March y TCI eran los elegidos para un porcentaje que oscilaba entre el 8,5% del primero y el 6,5% respectivo de los segundos. Sin embargo, la fuerte demanda sobre la OPV ha hecho que los precios ofrecidos por los dos primeros inversores se quedaran cortos, con 48 y 51 euros respectivamente su precio ha quedado por debajo del marcado en la salida a Bolsa (los 58 euros con los que ha comenzado a cotizar). TCI es el único de los tres que permanece entre los inversores.
"Había una estructura prevista de inversores de referencia que al final no ha salido, habrá que ver cómo se ajustan los órganos de Gobierno", ha apuntado Vargas en su encuentro con los medios. Además, ha precisado que para entrar en el Consejo el mínimo de acciones sería el que corresponde a un 6,65% por lo que TCI podría tener garantizado un puesto en este órgano de dirección.
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