1. Se eliminará la distinción entre plusvalías y minusvalías a menos de un año. Pensemos si nos merece la pena aprovecharlo para realizar minusvalías que irán a la base general. Ojo con vender y recomprar a corto plazo.
2. Se eliminan los coeficientes de abatimiento que afectan a plusvalías de activos con antigüedad anterior a 1995, como inmuebles, sociedades familiares, valores cotizados…. No nos precipitemos, habrá que hacer números para ver si interesa transmitirlos o donarlos.
3. Se elimina la posibilidad de hacer reducciones de capital vía devolución de aportaciones sin tributar, cuando existan reservas en la compañía. Importante cambio fiscal para reparto en sociedades.
4. Los derechos de suscripción preferente de sociedades cotizadas pasarán a tributar igual que las no cotizadas. Tiene sentido unificar el tratamiento.
5. Se podrán compensar rendimientos de capital y alteraciones de patrimonio. Es decir, se unifica la base del ahorro. Es una buena noticia, aunque aplican un régimen transitorio muy largo. Nos afectará a futuro. Está relacionada con la primera medida.
6. Se aplicará transparencia fiscal internacional a la inversión en sociedades no armonizadas.
7. Luces y sombras para los planes de pensiones. Se disminuyen las aportaciones y la reducción del rescate en forma de capital, pero se les otorga liquidez.
8. Planes de ahorro a largo plazo (PALP): instrumento de ahorro nuevo. Habrá que esperar y ver cómo se desarrolla.
En definitiva, no dejen de analizar los cambios que introduce la norma (o consulte con su asesor) ya que pueden ayudarle a rebajar considerablemente la factura fiscal de 2014.
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