Desconfianza sobre la Bolsa europea, ¿está justificada?

Los analistas de JP Morgan AM han analizado en un reciente informe la situación del mercado de renta variable europeo. Y una de las conclusiones es que este sentimiento negativo hacia la región, que a principios de año era la apuesta estrella en las recomendaciones de las gestoras, es la creciente inestabilidad política. "La preocupación por una inflación persistentemente baja y la decepción por la ausencia de una recuperación sostenida de los beneficios de las empresas también han afectado a la confianza de los inversores", indican los expertos.

Sin embargo, explican que los indicadores de confianza publicados en julio y agosto sugieren que las repercusiones económicas a corto plazo de la victoria del Brexit podrían ser más limitadas de lo que inicialmente se temía. "Por otra parte, Europa se beneficia de una mejora de la demanda doméstica, favorecida por el descenso de la tasa de desempleo, bajos niveles de inflación, aumento del suministro de crédito y unos tipos de interés favorables, recuerdan, explicando que los Estados miembros de la UE y la Comisión Europea también tienen previsto adoptar unas políticas fiscales más expansionistas.

A todo ello los expertos suman las medidas de estímulo del Banco Central Europeo, que a su juicio está impactando favorablemente en el crédito bancario y en la financiación de las empresas. "Es importante señalar que el programa de compra de bonos de empresa progresa conforme a las expectativas. El BCE ya ha comprado bonos por valor de 17.800 millones de euros desde el 10 de junio y, como consecuencia, el 14% de los bonos de empresa europeos ya se negocian a rendimientos negativos, frente a tan solo el 2% de junio", explican.

La clave, en los beneficios empresariales

El principal obstáculo para los mercados de la región sigue siendo, sin duda, el resurgir de los beneficios empresariales. Sin embargo, desde JP Morgan AM prefieren ver el vaso medio lleno, asegurando que pese a la notable diferencia con los resultados en EEUU, los beneficios europeos ofrecen ahora un mayor potencial alcista.

"Mientras que los beneficios estadounidenses actuales se sitúan tan solo un 1,6% por debajo de sus niveles máximos desde el año 2000, los beneficios actuales de la Zona Euro se encuentran un 105% por debajo de su máximo anterior", indican, recordando que a pesar de que las cifras totales resultan desalentadoras, "gran parte de los datos negativos proceden de dos sectores: el energético y el financiero", que representan más del 25% de la capitalización del mercado, por lo que tienen un impacto distorsionador sobre las cifras totales. "Hay sectores que arrojan signos prometedores y el consumo discrecional y la atención sanitaria han registrado un crecimiento de los beneficios del 10% y el 7%, respectivamente, en el segundo trimestre", aseguran.

En este entorno, consideran que la clave para los inversores está en una gestión activa de las carteras, con el objetivo de aumentar la exposición a las historias de datos positivos de los mercados europeos e intentar evitar a los sectores que generan malos resultados, como el financiero. "Mientras esperan a que el crecimiento de los beneficios de las empresas se materialice, a corto plazo los inversores todavía pueden obtener un generoso rendimiento por dividendo del 3,6% (MSCI Europe), que en estos tiempos de bajos rendimientos para la mayoría de las clases de activos representa una cifra bastante atractiva", añaden.

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