Desplome del petróleo: ganadores y perdedores

La reducción de las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania, así como el hecho de que los incidentes en Irak no amenazan a los principales yacimientos de crudo, explican "parcialmente" los recortes del crudo. Sin embargo, la clave de las pérdidas que sufre el "oro negro" se encuentra principalmente en la oferta, más que en la demanda.

En concreto, la "llave" la tiene Arabia Saudí, que puede aumentar o reducir su producción según la mundial, con el objetivo de mantener el precio del petróleo a cierto nivel. Así, Dryden señala que es posible que este país esté "manteniendo su elevado nivel de producción en previsión de un posible shock asociado al conflicto de Irak".

Sin embargo, añade este experto y es la idea más generalizada en el mercado, "existe la posibilidad de que haya decidido mantener el precio del petróleo bajo para frenar la oferta de los países ajenos a la OPEP" (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Particularmente, al sector de shale oil (petróleo de esquistos) estadounidense, que ha registrado un "crecimiento formidable": pasando de una producción de 150.000 barriles al día en 2009 a los tres millones diarios que se alcanzarán en 2017.

¿Hacia dónde se dirige el precio del petróleo?

A corto plazo, indica JP Morgan Asset Management, "se espera que el precio del petróleo continúe cayendo", porque la propia OPEP decidió en su reunión de finales de noviembre mantener la producción y para estabilizar su valoración sería necesario reducir la producción en al menos un millón de barriles diarios.

El próximo encuentro de la organización no se producirá hasta junio del año que viene, aunque "es probable que sus miembros intenten alcanzar un acuerdo mediante negociaciones informales (…) No obstante, la falta de acuerdo sobre un posible ajuste de la producción, combinado con el lento crecimiento de la economía mundial, podría provocar nuevas caídas".

Ganadores y perdedores

Estima la firma estadounidense que un descenso del crudo resulta, "lógicamente, perjudicial para las empresas energéticas, que  deben afrontar un estrechamiento de sus márgenes y el posible cierre de las operaciones menos rentables".

Por el contrario, las caídas suelen beneficiar a las compañías de "consumo discrecional, ya que el menor precio del combustible actúa como una rebaja fiscal para los  consumidores de mercados desarrollados que, por lo tanto, disponen de más dinero para gastar".

Aunque la firma concluye que "no existe una relación estadísticamente significativa entre la variación del precio del petróleo y los beneficios de las compañías industriales", reconoce que ciertos subsectores, como las aerolíneas, podrían registrar ciertos avances, al reducirse el coste del combustible.

Finalmente, Dryden concluye: "Aquellos inversores a los que les preocupen las fluctuaciones del precio del petróleo pueden cubrirse mediante la inversión en valores tecnológicos".

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *