En la mayor operación de este tipo en Cataluña en los últimos años, un total de 360 agentes han desarticulado una presunta célula yihadista "muy activa" y han llevado a cabo 17 registros en Barcelona y en las localidades cercanas de San Quirze el Vallès, Terrassa y Sabadell, y en Valls (Tarragona).
Los detenidos, entre los que había una mujer, seguían las consignas de la organización terrorista Estado Islámico, según la Generalitat, que ha confirmado que los delitos de los que se les acusa van desde pertenencia a organización terrorista a captación y adoctrinamiento de personas para enviarlas a zonas de conflicto.
"(La célula) captaba jóvenes y los radicalizaba, enviándoles a Irak y a Siria, y se había constituido para atentar en Cataluña", ha declarado el consejero de Interior catalán, Ramón Espadaler, en rueda de prensa.
El grupo, cuya desarticulación fue ordenada por el juzgado número uno de la Audiencia Nacional tras un año de investigación, estaba integrado por cinco marroquíes, cinco españoles y un paraguayo, estos últimos convertidos al islam.
Otra persona vinculada a la misma célula se encontraría ya luchando en Irak, incorporada en las filas del Estado Islámico, según el departamento de Interior de la Generalitat.
Según Reuters, estos arrestos están relacionados con la detención en diciembre de 2014 de tres jóvenes vecinos de Terrassa en la frontera de Bulgaria con Turquía, desde donde pretendían viajar a Siria, país donde en el último año se ha hecho fuerte el grupo integrista Estado Islámico.
España ha reforzado sus medidas de seguridad para tratar de evitar la radicalización yihadista tras los ataques ocurridos a principios de año en París. De hecho, en lo que va de año las autoridades españolas han detenido a alrededor de una treintena de presuntos integristas, según los datos recopilados por el Ministerio del Interior.
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