Deuda soberana, el activo revelación

Sin duda las apuestas que a finales del pasado año realizaron economistas y gestores apuntando a la renta variable europea como gran activo ganador del 2016 iban mal encaminadas. Al menos de momento. Ha sido precisamente la renta fija, una de las categorías más difíciles de gestionar en el último año, la que ha generado mayores rendimientos para los inversores durante el primer semestre. Sobre todo para aquellos que apostaron a que las rentabilidades negativas en la deuda a largo plazo se ampliarían a lo largo de los últimos meses.

De hecho, la deuda soberana ha sido la más rentable de este mercado, a pesar de que más de una cuarta parte de un mercado de 33 billones de dólares registra rentabilidades negativas, según Bloomberg Intelligence. Entre los mejores, la mayor sorpresa: la deuda británica, que pese al temor al Brexit ha actuado de activo refugio antes y después del referéndum.

Según datos de Bank of America, los bonos soberanos en todo el mundo ganaron un 2,3% solo en junio, el mayor registro mensual desde diciembre de 2008. Pero en este universo, hay quien ha destacado por encima del resto. El siguiente gráfico elaborado por Bloomberg (que no tiene en cuenta el pago de cupones, la apreciación del capital generada en moneda local para el bono canadiense con vencimiento en diciembre de 2045, un bono americano con vencimiento en noviembre de 2045, uno suizo con vencimiento en enero de 2049, uno británico con vencimiento en enero de 2045, un bund alemán que vence en agosto de 2046, y un bono japonés con vencimiento en diciembre de 2045.

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El que mejor comportamiento ha registrado, ha sido el bono japonés, con un rally del 30% desde que comenzó el año. La cifra contrasta, y mucho, con el rendimiento que habría obtenido un inversor en renta variable en el mismo periodo. Con mejor comportamiento que Europa, con la mayoría de las principales plazas en negativo, el S&P 500 ha rendido cerca de un 4% en lo que va de año.

Tras la victoria del Brexit, los inversores se han lanzado a la búsqueda de activo refugio. Y pese al repunte que la renta variable ha vivido en las últimas sesiones, los expertos coinciden en que las acciones son la clase de activo más perjudicado en entornos económicos más débiles como el actual. "Para los mercados de bonos, el entorno monetario mundial continuará siendo sin duda un apoyo", indica Crhis Iggo, director de inversiones de renta fija de AXA IM.

A su juicio, la Reserva Federal no aumentará los tipos de interés "hasta mucho más tarde en el año", señalando también las posibles medidas de estímulo que pueda llevar a cabo el Banco de Inglaterra este verano, así como el trabajo que el BCE ya está llevando a cabo en Europa. Un entorno que, en principio, beneficiaría al mercado de bonos frente a la renta variable.

En el mismo sentido se manifiestan los expertos de NN Investments Partners, que en un reciente informe indican cómo, por el comportamiento del mercado de deuda británico, el consenso está descontando una probabilidad del 20% de un recorte de tipos este mismo mes de julio, y otro 40% que ve el movimiento a final de año. "Al comienzo del año, los mercados preveían aumentos en los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra", recuerdan, explicando que "este giro en las expectativas no solo se debe a la preocupación por el Brexit, sino a una respuesta al debilitamiento en el impulso económico en Reino Unido".

Desde BlackRock también apuntan a que las políticas monetarias no convencionales sí ayudan a que las rentabilidades de los bonos sigan bajando. Sin embargo, consideran que en última instancia, "la perspectiva para comprobar dónde irán los rendimientos en el largo plazo varía en función de las perspectivas de crecimiento económico". Y sin duda, el momento actual no apunta al optimismo en este sentido.

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