Según informa Reuters, con esta operación la empresa busca liberar efectivo para invertir en modernizar su red de banda ancha europea.
La empresa alemana ha encargado a Goldman Sachs y Morgan Stanley que preparen la subasta del activo, que se planea lanzar en el otoño y con el que espera en hasta 5.000 millones, deuda incluida.
Deutsche Telekom planea enviar primeros paquetes de información sobre el negocio a los posibles compradores después de las vacaciones de verano y, en función de sus comentarios, decidirá si bien retira todos o sólo una participación de la empresa, o la mantiene.
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