Por Óscar García-Velasco, socio director de Amrop España
Gestión y LiderazgoÓscar García-Velasco
| 20 jun 2024
La vertiginosa velocidad a la que avanza la tecnología en el mundo actual, sumada a las nuevas exigencias y necesidades de los mercados, están obligando a las organizaciones a apostar por líderes más innovadores, emprendedores y empáticos, con habilidades de liderazgo que les permitan afrontar exitosamente la disrupción tecnológica y liderar a sus empresas hacia un futuro incierto pero emocionante.
Entre esas habilidades, se demanda que el nuevo líder sea arriesgado y aprenda de la adversidad, así como que sea capaz de inspirar a su entorno y transformarlo con una gestión que acepte la contribución colectiva y dé seguridad a sus colaboradores. Pero también se le pide que tenga la capacidad de integrar diferentes generaciones y culturas, para lo que necesita humildad y saber escuchar e integrar esos diferentes pensamientos multigeneracionales y multiculturales que puedan existir en su equipo de trabajo.
Y, por supuesto, dentro del ADN de los nuevos líderes es indispensable un gen de la innovación, un gen dinámico y transformacional, que no sólo sirva para construir estrategias de negocio, sino también para ejercer su liderazgo. Porque la innovación es el motor del crecimiento y la competitividad en el mundo empresarial actual y los líderes innovadores son claves dentro de las organizaciones para enfrentar los retos del futuro.
Ellos son capaces de adaptarse a la constante evolución y pueden anticipar y responder de manera efectiva a las tendencias emergentes, las nuevas tecnologías y las demandas cambiantes del mercado. Además, estos líderes fomentan la creatividad y la experimentación en la organización, animando a los equipos a pensar de manera innovadora y a probar nuevas ideas, lo que puede conducir a la generación de soluciones únicas y a la mejora continua.
Los líderes innovadores también son buenos en la toma de decisiones estratégicas basadas en datos y análisis. Utilizan información sólida para respaldar sus decisiones y direccionar la empresa hacia oportunidades de crecimiento. Y otra de sus grandes fortalezas es la generación de valor a largo plazo, porque ellos no sólo se enfocan en el éxito a corto plazo, sino que desarrollan estrategias y soluciones que generan valor para el futuro.
Pero, cómo reconocerlos y enamorarlos para que entren o permanezcan en una organización.
Éstas son algunas de las cualidades que poseen los líderes innovadores: mentalidad abierta y curiosa; están ávidos por aprender constantemente y siempre buscan nuevas perspectivas y enfoques. Están dispuestos a asumir riesgos, pero lo hacen de manera calculada. Comprenden que la innovación a menudo implica cierto grado de incertidumbre, pero están dispuestos a enfrentar desafíos. La habilidad de comunicar sus ideas de manera clara y persuasiva es esencial. Son empáticos, comprenden las necesidades y preocupaciones de los demás y fomentan la colaboración y la diversidad de pensamiento en sus equipos. Además, tienen una visión estratégica que les permite establecer objetivos a largo plazo y trabajar hacia ellos de manera sistemática.
¿Es posible, aún más, es creíble que un líder pueda tener todas estas cualidades? Ciertamente no, y va a depender en gran medida de los aspectos más íntimos de su personalidad, aquellos expuestos y aquellos ocultos (los denominados “descarriladores”), que en una justa armonía puedan dar un balance a estas cualidades.
Para cualquier organización, e incluso individualmente para cualquier líder o aspirante a serlo, es importante entender cómo encajan todas estas cualidades con la “persona” y el impacto que tienen sobre la cultura de una organización.
Pasada esta instancia, y habiendo atraído a ese líder innovador, que jugará un papel fundamental en el éxito a largo plazo, toda organización debe sentar las bases y trabajar en cómo retenerle. Podemos ofrecer seis estrategias básicas para la retención de ese talento:
Valorar y recompensar las contribuciones innovadoras es fundamental. Reconocer el trabajo de los líderes innovadores a través de incentivos financieros o reconocimientos públicos puede aumentar su compromiso.
Ofrecer oportunidades de desarrollo y capacitación es fundamental. Los líderes innovadores buscan constantemente mejorar sus habilidades y conocimientos, por lo que brindarles estas oportunidades los motiva y retiene.
Fomentar una cultura empresarial que abrace la innovación es clave. Esto implica promover la experimentación, la creatividad y la aceptación de fracasos como oportunidades de aprendizaje.
Se deben proporcionar los recursos necesarios para que los líderes innovadores puedan llevar a cabo sus proyectos. Esto puede incluir financiamiento, tiempo dedicado y acceso a tecnología avanzada.
Involucrar a los líderes innovadores en la toma de decisiones estratégicas les hace sentir que su opinión es valorada y que tienen un impacto real en la dirección de la empresa.
Se deben realizar encuestas periódicas de clima laboral para comprender las necesidades y preocupaciones de los líderes innovadores. Actuar sobre los resultados pue- de mejorar la retención.
Debemos tener claro que la disrupción tecnológica es un desafío del que ninguna organización puede escapar, y que se viene manifestando en tecnologías emergentes que están transformando nuestra manera de hacer negocios. La tecnología trae un mundo de posibilidades, y los CEO de las compañías deberán interesarse por esos avances tecnológicos y aprender de modelos de negocio digitales y flexibles, que den forma a nuevas maneras de relacionarse con los clientes. Pero también necesitan contar con un equipo de líderes ejecutivos que comprenda la tecnología y sea capaz de liderar la transformación digital de la organización y la adaptación a lo que la IA trae consigo.
Es fundamental que los consejos de administración y los accionistas entiendan el perfil de este tipo de líderes que tienen que impregnar toda la organización si es ese el objetivo deseado.