Por Isabel Reija, socia de Amrop España
CEO y CIOIsabel Reija
| 08 jul 2024
Hace tiempo que la inteligencia artificial (IA) se ha colado en nuestras vidas y ha dejado de ser una mera tecnología emergente para convertirse en un motor impulsor de la innovación y la eficiencia en el mundo empresarial. Desde la automatización de procesos hasta el análisis predictivo, las posibilidades son vastas y ya nadie duda del impacto, oportunidades y capacidad transformadora de la IA. Sin embargo, muy pocas empresas han conseguido hasta ahora recorrer el camino completo hacia esa transformación, que está siendo rápida, crítica y profunda.
Y es que la implementación exitosa de la IA conlleva una reevaluación completa de los modelos de negocio. Porque, desde la optimización de la cadena de suministro hasta la personalización del servicio al cliente, la inteligencia artificial está cambiando procesos y creando nuevas formas de operar y generar valor.
De ahí la necesidad de introducir una nueva figura eminentemente tecnológica en los comités directivos de las empresas: el chief artificial intelligence officer (CAIO) o director de inteligencia artificial. Un profesional, que deberá liderar la estrategia de implementación de la IA, alineándola con los objetivos y metas empresariales, y evaluando y seleccionando las soluciones más adecuadas para las necesidades específicas de la empresa, con el objetivo de transformar todas las expectativas generadas en torno a la IA en oportunidades reales de negocio, que mejoren productos, servicios y procesos.
Pero ¿qué cualidades debería reunir esta figura clave en esta nueva revolución empresarial?
Hace ya tiempo, Andrew Ng, cofundador de Google Brain y un experto que lleva años diciendo que la IA “es la nueva electricidad”, definió las principales habilidades que debería reunir todo CAIO en un artículo de la prestigiosa Harvard Business Review. A saber:
Además, a tenor de la velocidad a la que evoluciona la inteligencia artificial, también habría que añadir una cualidad más: adaptabilidad continua, para mantener a la empresa actualizada sobre las últimas tendencias y avances en IA.
Nos encontramos ante un cambio de época, no ante una época de cambio y, por tanto, es responsabilidad de los consejos de administración de cada compañía, que deben velar por la supervivencia a largo plazo de las empresas, tomar conciencia de las nuevas necesidades y pasar a la acción, involucrándose en el proceso y adoptando medidas con urgencia para introducir estos nuevos perfiles profesionales en las empresas.
La fórmula más efectiva sería a través de la incorporación de un consejero independiente, con perfil tecnológico, al consejo de administración. Y, en función del impacto que la IA puede tener en el sector en el que opera la empresa, también es recomendada la creación de una comisión delegada de dicho consejo, como ya existen las de nombramientos, retribuciones o sostenibilidad, pero especializada en IA. El Santander y BBVA ya las tienen.
Además, si se tiene un consejo asesor, podría incluirse en él esta figura más tecnológica. Sea como fuere, los CAIO tendrán un papel fundamental en definir cómo las empresas se relacionan con la IA y cómo esta podrá aumentar las habilidades y capacidades de los empleados. El mayor desafío de todos, tanto en la gobernanza como en la gestión, es lograr que la tecnología esté al servicio de las personas y no al contrario.