A un líder se le requieren capacidades y aptitudes distintas que a un trabajador. No obstante, esas cualidades no son innatas, es decir, se pueden aprender. Carlos Delgado, fundador de LevelUP, propone capacitar a quienes quieren crear un negocio. En España 9 de cada 10 emprendedores fracasan. ¿A qué cree que se debe? Actualmente el […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 04 jun 2019
A un líder se le requieren capacidades y aptitudes distintas que a un trabajador. No obstante, esas cualidades no son innatas, es decir, se pueden aprender. Carlos Delgado, fundador de LevelUP, propone capacitar a quienes quieren crear un negocio.
En España 9 de cada 10 emprendedores fracasan. ¿A qué cree que se debe?
Actualmente el 90% de las empresas que se crean se destruyen en tres años. Es un hecho. Es una estadística sorprendentemente desconocida y que se debería conocer, sobre todo las personas que deciden emprender. A raíz de ese desconocimiento las personas creen que eso no va con ellos porque su idea es muy buena.
Esto responde a una cuestión de falta de capacidades de gestión empresarial. Se trata de un desconocimiento general, no solo que no sepan de marketing, de gestión o de dirección. El motivo que les mueve para crear su negocio es su idea. Y creen en su idea o en su opinión sobre eso. Ese es el gran error. El hecho de creer que el mercado va a responder bien a esa idea y a conforme lo has diseñado.
Requiere también más áreas de gestión aparte del producto y servicio. Y también hace falta preparación como persona y como líder. Liderazgo en cuanto a capacidad para liderar un proyecto. Una mentalidad abierta y potente, preparada para el fracaso y el aprendizaje. La gente no está en absoluto preparada. Y no solo eso, sino que tienen una capacidad muy baja y no tienen conciencia de esas capacidades.
¿De dónde surge este problema? ¿Falta de formación? ¿Falta de aptitudes personales…?
Es un cúmulo. La cultura empresarial no existe en España. El aprendizaje y la capacitación no forman parte de esa cultura. A día de hoy le preguntas a alguien: “¿Qué sabes o por qué vas a empezar ese negocio?”. Y la gente no sabe responder. “Tengo una idea” te dicen, pero no saben más. En la propia cultura no hay nada acerca de la capacitación, algo muy diferente a lo que ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos. También hay falta de capacitación en emprendedores y empresas pequeñas. Hay que implantar ese pensamiento. “No emprendas si no estás capacitado, si no sabes cómo piensa tu cliente, si no estás preparado para asumir errores y fracasos”. Es un fastidio. O al menos, si no quieres esperar, ve formándote a la vez. Cuando tú preguntas: “¿Has pensado en planificar o en lo que tienes que hacer?”. Ni siquiera te sabrían contestar. Hay un problema cultural muy grave que es que las personas tienen negocios sin estar preparadas para tenerlos.
Habla de que si fuera por usted, no dejaría que la gente emprendiera si no está capacitada. ¿Habla de algo parecido a hacer un examen?
A nivel de país va bien ese fracaso. No se comenta pero está bien que haya un 90% de fracaso. Supone un endeudamiento con los bancos y, por tanto, que haya movimiento y flujo de caja que no va a ningún sitio. Bueno sí, va al estado y a los bancos. Si tienes 30.000 euros ahorrados y pides 100.000 y los pierdes, es un dinero que está en movimiento, eso es bueno para la economía. Pierde el emprendedor que fracasa, pierde su dinero y se queda con una deuda para 30 años. Si no existiera eso, estaríamos todo el mundo parados. No interesa cambiar este estado. Al banco le interesa que puedas devolverle el dinero. Si te va bien o mal, si tienes capacidad para gestionar o no, eso es irrelevante para el banco. Ellos quieren que el dinero les retorne. Si al estado y a los bancos les va bien, no hay nadie que te pregunte si sabes lo que estás haciendo y de qué va crear un negocio.Si no tienes información es absurdo.
Si fuera por mí, más que un examen de conocimientos, sería un examen de comportamiento. A ver cómo resuelves situaciones. Quiero ver cómo te enfrentas a las cosas cuando no van bien. Emocionalmente tienes que estar muy preparado también. Es un reto. Tienes que estar permanentemente con una predisposición positiva, con un punto de creatividad. Si te hundes cuando pasa cualquier cosa, si tienes una crisis emocional, etc., el negocio va a ir a peor.Ojo, el hecho de estar preparado no te asegura que todo vaya a ir bien. Son cosas diferentes y hay que recalcarlo. Lo que está claro es que si tienes opciones, será con preparación, y si no la tienes te va a pasar como a la mayor parte de negocios. La mayor parte de negocios sobreviven para que la persona que está al frente pueda mantener su estilo de vida. Hay muchos que no son rentables y no generan beneficios.
Al hilo de lo que comenta, quería preguntarle si hizo algún tipo de examen para ver si estaba capacitado o no. Por otra parte, teniendo en cuenta que hay un 65% de autónomos que lo son por necesidad, ¿cree que esa circunstancia tiene que ver con el alto grado de fracaso? ¿Qué ocurre en otros países?
Lo del examen lo planteo para entender un proceso. No es importante si existe o no, sino que la gente dedique tiempo a su capacitación. Tenemos nuestros cursos llenos de personas que se han hundido y que tienen deudas. Estamos muy desenfocados y eso es preocupante. Vemos historias muy duras porque se enfrentan a algo para lo que no están listos. Al mercado no le puedes engañar. Si le das algo muy bueno te lo van a comprar, pero si no, no lo van as a comprar. El termómetro de los resultados es el más verídico.Por ejemplo en Estados Unidos, depende mucho de la zona. Hay algunas que mueven el mundo literalmente.
En Silicon Valley es donde se han producido las mayores revoluciones empresariales. Si te vas ahí, y podría ser como una especie de prueba de fuego, la pregunta que tienes que hacerte es: “Si yo quiero montar esto en Silicon Valley, ¿funcionaría?”. Y la respuesta es que no solo no funcionaría, sino que ni se te escucharía.
El caso es que el campo de la capacitación empresarial mueve muchos millones al día. Allí la gente sabe que tiene que hacerlo y prepararse. Level UP se dedica más a los pequeños. No se trata de cambiar el mundo o expandirse. Más bien tratamos de capacitar a lo que los pequeños empresarios hacen y donde lo hacen. Si en unos años mejoras tu facturación, tu vida va a cambiar. Perseguimos negocios rentables y vidas cambiadas.
¿Cuáles son las preguntas que les hacen habitualmente o las cuestiones que más preocupan a los emprendedores?
No les preocupa nada lamentablemente. Lo que suele suceder es que están en una especie de bucle en el que no tienen dinero y trabajan muchísimas horas, eso es verdad. Están en un estado permanente de queja. Creen que es el entorno, la política, el país, la competencia desleal… Un montón de enemigos externos que hacen que su negocio no funcione.
Prácticamente nadie toma la responsabilidad de saber qué está pasando con su negocio. “¿Qué tengo que ver yo con mis resultados?”. Esa pregunta no se la hace prácticamente nadie. Uno de los problemas que tenemos es que ni siquiera nos vienen a preguntar nada. Hay gente que prefiere mantenerse en ese bucle improductivo que invertir 100 euros en un curso de formación. Es como luchar con algo que está muy arraigado.
¿Qué porcentaje de las personas que acuden a LevelUP han mejorado? ¿Puede explicar cuál es su modelo de formación de forma más concreta?
Ahora mismo hay una línea empresarial y otra de liderazgo personal. Lo que puedo decirte es que son cientos de personas. Es abrumadora la cantidad de mensajes que nos llegan de gente que ha mejorado.
En cuanto a la formación, lo primero es dejar de creer que lo que pensamos es lo que va a pasar. Hay que dejar de diseñar un negocio según tu opinión tu interpretación y tus gustos. Hay que volcarse en cómo piensa el mercado.
Lo segundo es un tema de mentalidad. Entrenar tu mente. Entramos en la psicología aplicada al mundo de la empresa. Poco a poco se van creando pensamientos limitantes, de modo que lo que interpretas de la realidad te frena en lugar de impulsarte. Una mente limitada ve problemas en lugar de oportunidades. Hay que crear una mentalidad que pueda enfrentar esos retos.
Lo tercero es que a nuestros alumnos les damos solamente la información que es útil y puede generar resultados. No damos grandes estrategias o mucha información. Se basa más en ir dando pasos que luego se pueden aplicar. La información interesante o que sea curiosa no la damos. Nos centramos en lo que puede generar transformación y cambio.