A estas alturas del verano, cuando la mayoría ya ha puesto fin a sus vacaciones y algunos todavía disfrutan de sus últimos coletazos, muchos artículos y análisis se centran en cómo el trabajador puede afrontar el tan comentado síndrome posvacacional en su retorno a la oficina. Sin embargo, otros estudios vislumbran este momento del año […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 27 ago 2018
A estas alturas del verano, cuando la mayoría ya ha puesto fin a sus vacaciones y algunos todavía disfrutan de sus últimos coletazos, muchos artículos y análisis se centran en cómo el trabajador puede afrontar el tan comentado síndrome posvacacional en su retorno a la oficina. Sin embargo, otros estudios vislumbran este momento del año como una ocasión para mejorar la proyección laboral.
No se trata de hacer borrón y cuenta nueva, si no de aprovechar el retorno al trabajo tras las vacaciones para sacar el máximo rendimiento a la frescura y paz interior que han aportado los días libres. Al tiempo, según el Instituto de Formación Avanzada (Infova), también es posible optimizar la valoración que los jefes tienen de su desempeño profesional y de las oportunidades de crecimiento que puedan ofrecer al trabajador.
De este modo, la compañía especialista en formación y desarrollo de talento directivo ofrece un decálogo de recomendaciones para alcanzar estas metas. Desde Infova, destacan que “una buena imagen facilita la vida en la empresa, acelera la carrera profesional y normalmente se ve recompensada con mejores oportunidades y mejores sueldos”.
Para ello, Gonzalo Martínez de Miguel, director de Infova, asegura que lo primordial es entender que cuidar la imagen profesional es una responsabilidad. “Todos proyectamos una imagen de nosotros mismos, y unas son más efectivas que otras. Algunas te permiten influir en la organización y en los equipos, mientras que otras te alejan de tus objetivos y dificultan tus posibilidades de éxito”.
Martínez de Miguel concibe la imagen que el trabajador proyecta dentro de su entorno laboral como una marca personal que “tiene un determinado nivel de prestigio, de notoriedad, de relevancia y todo lo que se hace y dice, en el ámbito laboral, está filtrado por la calidad de la imagen”. El director de Infova señala que esta marca da como resultado la autoridad personal, la confianza o la capacidad de influir en otros compañeros y que “cada reunión, presentación, intervención con los jefes, cada trabajo en equipo es una nueva oportunidad”.
De este modo, las diez recomendaciones para mejorar la imagen profesional del trabajador frente a su entorno laboral son las siguientes:
1. Ser relevante, aportar valor significativo al equipo y a la empresa. Dominar tu área en profundidad.
2. Buscar el “Over Delivery”. Producir por encima de las expectativas que hay sobre ti.
3. Asegurarte de que entiendes tus funciones. Verificar esta comprensión con tu jefe.
4. Informar a tu jefe de las cosas importantes de tu área. Lo normal es que tú sepas de tu área más que él. Ocuparte de que tu jefe sepa lo que necesita saber de tu área de trabajo. Tenerle actualizado.
5. Ser un buen jugador de equipo. Cuidar el vínculo y la relación con los demás miembros de la empresa. Contribuir al buen clima de la organización. Normalmente, los jefes quieren jugadores de equipo, no llaneros solitarios.
6. Tener iniciativa. Anticiparte a lo que tus jefes te van a pedir. No llevar problemas que puedes resolver tú. Presentarles alternativas de solución. Demostrar actitud de servicio. Recordar que liderar es servir.
7. Entender el “feedback” de los jefes, aunque a veces no parezca “feedback”. Leer los mensajes que envían, aprender su lenguaje, que no siempre es directo ni evidente, pero tampoco es complicado de entender, y en caso de duda, preguntar.
8. Concretar los compromisos de cada reunión y ocuparte de cumplirlos. Si dejas los compromisos en el aire sin concretar, no harás nada concreto y parecerás incapaz.
9. Cuidar el tiempo de los jefes. Ser concreto, entender y atender las prioridades. Solicitar sólo las reuniones necesarias, las que aportan valor.
10. Cuidar tu reputación y ser consistente. Evitar ensuciar la imagen con la queja, las excusas o la búsqueda de culpables. Recordar que no hay talento que supla la falta de talante. Conseguir que colegas y colaboradores hablen, con razón, bien de ti. No hay jefe que se resista a esto.
Como conclusión, Gonzalo Martínez de Miguel resalta que, una vez aplicadas estas diez recomendaciones, es necesario tener en cuenta un último consejo para cuidar tu imagen: “actuar como si lo que hicieras y dijeras en la empresa terminara llegando a siempre a tu jefe, porque de hecho, suele ser así”.