Los empleados son el punto crítico para la transformación digital

De aquí a unos años, muchos dirigentes contarán la historia de cómo la pandemia les ayudó a ver que su empresa solo podía sobrevivir si se digitalizaba. Muchos otros también contarán cómo perdieron el tren de la transformación digital y eso les costó quedarse atrás a la hora de competir con otras compañías.

La opinión de María Leal, directora general de DEH Online, y David Castro, Sales Director de Quodem, es que la pandemia “ha sido determinante” y que ha supuesto “un antes y un después”. Sus empresas se dedican a facilitar la digitalización de otras compañías, de ahí su conocimiento experto de la materia.

Castro reconoce que el cambio en esta ha sido desafortunado para algunos aspectos y afortunado para otros. Esta situación “aceleró todo de forma exponencial”, si bien la evolución digital ya estaba siendo rápida en su opinión. Leal, por su parte, añade que “la digitalización ha pasado de ser un elemento conveniente a ser imprescindible”.

Como ocurre con los cambios trascendentales, Leal afirma que la transformación tiene que estar apoyada por los dirigentes: “Deben creer en la digitalización, entender que su futuro pasa por la capacidad que tengan de digitalizarse”. Sin embargo, advierte de que aunque hacerlo “no asegura el futuro a nadie, no hacerlo es un suicidio asistido a corto-medio plazo”.

En esa línea, Castro asegura que muchas empresas han comprendido la disyuntiva ante la que se encuentran. “Ha habido un crecimiento exponencial con todo lo relacionado con lo digital”, prosigue, “no teníamos alternativa”. “Están haciendo los deberes”, indica. De hecho, cree que es un acierto que España haya situado esta transformación en el centro de su estrategia para superar la crisis.

“Es una sociedad que tiene la capacidad para una digitalización y lidera a nivel de infraestructuras, startups, emprendimiento…”, enumera Castro. “Soy optimista en relación a España a la hora de afrontar el reto de la digitalización, es una referencia”, argumenta.

María Leal, de DEH Online; y David Castro, de Quodem.

En ese proceso, las personas representan el centro de la estrategia. “Las empresas no funcionan solas”, comenta Leal. De ese modo, señala la capacitación, “la disposición y la capacidad de los empleados para aprender, adaptarse y asimilar cambios” como un asunto básico en la digitalización. “Las personas tienen que ser absolutamente permeables a la transformación”, señala.

Castro coincide en que “los empleados tienen el papel más importante en todo esto”. Desde su punto de vista, esta idea se refleja en las estrategias de un buen número de compañías que hablan de “humanismo”. Así, uno de los retos es “dar nuevas herramientas a los empleados” para que continúen aportando su creatividad en un nuevo entorno digital.

Los retos

En contra de lo que se puede pensar, la dirigente de DEH Online destaca el grado de digitalización de las administraciones públicas. “Han sido los ciudadanos los que, por falta de conocimiento, o porque seguían pudiendo acudir a la ventanilla, no utilizaban las ventajas de la Administración Electrónica”, reflexiona Leal. En ese sentido, señala que la pandemia puede servir para que los ciudadanos se ahorren muchos papeleos si se digitalizan.

No obstante, si la pandemia es una oportunidad para digitalizarse, no todas las empresas pueden aprovecharla. “Las empresas atraviesan probablemente el peor momento de las últimas décadas”, afirma Leal, lo que en su opinión resultará un obstáculo para invertir en este momento.

Por su parte, Castro, cuya empresa se ha abierto a otros sectores pero procede del sector de la salud, augura que el compromiso con la digitalización será otro punto importante a tener en cuenta. Por eso, la experiencia en el sector healthcare puede dar ventaja a Quodem por el “exigente nivel de compliance” que manejan. Así, esa exigencia puede ser de utilidad para aplicar los mismos parámetros en otros sectores.